De esto que
tu madre te dice ‘’si tus amigos se tiran de un quinto, ¿tú lo haces?’’. Capaz
eres de hacerlo. No voy a meterme en tus razones, no voy a cuestionar tu
decisión pero…Tú, que tanto presumías de amor…Tú, que tanto presumías de
felicidad…Tú, que tanto alardeabas de tus virtudes como pareja…Tú, ¿haces
esto?, ¿de verdad? Pensaba que el hipócrita era yo. Has quedado retratado como
consecuencia de tus decisiones y de tus actos, has quedado mal, muy mal
comparado con lo mal que ya quedaste por aquel invierno. Te has llevado la
contrario a ti mismo, cosa que todavía no llego a comprender. Presumías, dos días
después, de tener en el bote una nueva…llamémosla ‘’presa’’…pues eso, presumías
y te quedaste a dos velas. Presumías de una amistad, gran amistad y acabas
transformándola en aquello que rechazabas. A ti no hay quien te entienda-.
Parece que aquella conversación con los italianos te afectó bastante, aquella
noche en la que parece ser te diste cuenta de que te has quedado muy atrás, de
que en la carrera, saliste último y no has adelantado a nadie, pues amigo, con
lo que acabas de hacer, creo que si no sigues último es porque te han
descalificado. Dejemos de lado todo lazo de cariño o afecto que me una a quien
dejas, `porque a ti simplemente respeto, y poco porque la verdad no te lo has
ganado tanto como crees. No me va eso. Pareces una burda imitación, ¿qué te
falta?, ¿el Made in China? Las personas son muy diferentes, unos altos y otros
bajos, unos gordos y otros flacos, unos del Madrid y otros del Barcelona, y tú
eres también diferente, lo que, como a todos, te hace muy especial, para quien
se crea tus mentiras, de manera que para mí no. Dime de qué presumes y te diré
de qué careces, así que más te vale no alardear delante de mí porque las risas
están garantizadas, damas y caballeros. No sé lo que pretendes pero ni están un
escalón por encima de nadie ni en un pedestal, y tu comportamiento te coloca
justo por debajo de del resto. Y después de estos años, se te va conociendo
poco a poco, vas siendo algo más que predecible. Y de esto saco mis
conclusiones propias, que das pena y…
¡Qué mal se me da callarme!