Tú, mi otra parte que esperaba, lo que siento aquí en mi
alma, lo siento en mi sentir. Tú, que endulzas las palabras y cuando te callas
el silencio sabe a ti. Hoy creo, que he sido un poco tonto que hoy no te he llamado
pero es que se me ha pasado por buscar en el cajón.
Todos los besos posibles…las llaves para abrir tu corazón
irresistible.mil flores para entregarte a mi manera y un sol para que te ayude
a despertar sin mí...Y un barquito de vela, y un viento de levante para llevarte
a todas partes el cielo, un pentagrama y componerte con notas de colores una
canción…Para ti…
Eres el motor de mi corazón, una mujer hecha canción…eso
eres. Miro, siempre a mí alrededor para ver si veo yo algo más bello.
Porque sigo sin creerme que todo es real, que todo lo que me
pasa es una realidad tan verdadera y preciosa como tú, entera tú, con tus
labios, tu voz, tus ojos, tu andar, tú,
las dos letras que resumen el 77% de los
latidos de este más que aquejado y asqueado corazón que antes de conocerte
dudaba de su existencia. Los recuerdos me abruman y tu mirada me empequeñece,
no sé dónde meterme, no sé cómo reaccionar, y lo peor de todo es que, me pierdo,
no me encuentro, incluso mi alma se estremece y se pierde con una sola palabra
tuya. Un beso tuyo es la perdición de todo marinero, sirena de los mares de
sangre que rodean las miles de millones de historias de amor fracasadas.
No tiene nombre, o tal vez me derrita al escribirlo, no sé
describir cómo se siente, no sé cómo mirarlo, un cuadro así no puede hacerlo ni
Boticceli, un edificio así no pondría de acuerdo a Miguel Ángel y Bramante, tal
escultura abrumaría al mismísimo Bernini. Sigo sin saber expresarlo pero lo que
si sé es pronunciarlo…
Tú.