sábado, 25 de febrero de 2012

Lesson Nº 17...Remember

-         Mario, Mario… ¡Despierta joder!
-         ¿Qué quieres?
-         Vamos a llegar ya a casa y el coche no se ha despegado de nosotros, ni si quiera ha a parado, ¿qué pasa, que no mea?
-         A mí no me hace gracia en absoluto, Dimitri.
-         Tengo miedo a quien puede llegar a salir del coche.
-         Mira, allí se ve el primer cartel, ya estamos llegando.
-         ¡Mira! Se está parando.
-        
-        
El miedo invadía tanto el cuerpo como los rostros de los dos, era una reacción esperada, la puerta de aquel coche negro tan siniestro se acababa de abrir y una figura demasiado conocida bajaba de él.
-         Es…es…
-         ¡Acelere un poco!
-         ¿Cómo?- dijo sorprendido el conductor.
-         Que estamos con el tiempo justo.
Ambos se sentaron en sus sitios pálidos y asustados, cosa que naturalmente extrañó a gran parte de los alumnos que estaban allí, que se habían despertado al escuchar el exigente grito de Mario al conductor. Pero ninguno se atrevió a articular palabra, ninguno excepto Dani…
-         ¿Qué les pasa? Están pálidos.
-         Nos habrá sentado mal levantarnos.
-         Pero y, ¿por qué le grita al conductor señor Hernanes?
-         Porque llegamos con el tiempo justo.
-         Tenemos que llegar a las 7 y son las 6 y media y estamos entrando, para mí que llegamos de sobra.
-         Será mi reloj, estará adelantado.
Pocos segundos después el autobús paró en la puerta de atrás del instituto Fernández Arias, y todos los alumnos, en aparente orden, comenzaron a bajar del autobús.
Después de coger sus maletas y mochilas, Alicia se dirigió a Mario:
-         Señor Hernanes, me han dicho mis padres que quieren hablar con usted.
-         Vale, ya les daré cita para hablar en un recreo…
-         No, ellos insisten en que sea ahora.
Mario miró a Dimitri y este le devolvió la mirada con un deseo de escapar de allí, no quería más sorpresas esa noche.
-         Lo siento diles que me tengo que ir que estamos derrotados del viaje.
-         Vale, adiós.
-         Nos vemos el lunes, Alicia.
Montaron en el coche de Mario y avanzaron unos metros hasta un paso de peatones, por el cual pasaban, por una extraña casualidad, Sandra y Aitor con los dos niños, rápidamente los ojos de los cuatro adultos se abrieron como platos, pero solo Aitor se acercó a la ventanilla bajada del asiento de Mario.
-         No crees que nos hemos olvidado de ti.
-         Lo sé, soy inolvidable.
Acto seguido arrancó de nuevo el coche y se fueron a su casa ante la mirada de furia de Aitor y Sandra.


International

Siempre he tenido muchas dudas sobre mis orígenes, sobre mi mismo, mi comportamiento.Haca un rato ha sido la milésima vez que he mirado mi pasaporte hoy, y no sé con qué página quedarme.He viajado tanto que se me ha olvidado la última vez que me quedé en un sitio más de 3 días. He reunido un poco de cada sitio para formar la persona que soy ahora, agrade a quien agrade. No sé ni donde nací.
Paso las páginas de mis álbumes de fotos y sigo igual, no sé nada.
Tengo algo bruto, algo español, que me hace sentir como sopla en viento de Levante.
Algo delicado, romántico, del norte de Lyon, pero demasiado refinado para llegar a Bourdeaux.Mente portuguesa, con descaro desde aquel desafortunado día el las afueras de Setúbal.
Puedo llegar a parecer de hielo, un moscovita más, pero en el fondo tengo mi ''corazón'' aunque tenga esos días espesos, mis días amargos, sin sal, como si viniese de la mismísima ciudad de Londres.
Los desmadres y las locuras alemanas cada vez que cojo algo de alcohol, tal y como me enseñaron en Munich. Un carácter italiano, soy un caradura, de esos que andan dando vueltas por la Piazza Navona de mi amada e intangible Roma, pero me sorprende la magia que me traje sin quererlo de ninguna de las maneras de la bella Udine.
La verdad es que no sé donde quedarme, no tengo la menor idea de nada, cada momento me conviene una nacionalidad. Hoy ruso, mañana italiano.Pero es lo bueno que tiene ser ''Internacional''.


Al fin y al cabo, demasiado complejo para toda la vida.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Lesson Nº 16... Just love

Pisaron con firmeza el asfalto de la pista de aterrizaje los pies del misterioso profesor de historia. Se dirigió sólo al minibus que les llevaría a las instalaciones del aeropuerto que habían abandonado hace una semana. Iba al frente de la bandada de adolescentes descontrolados a los que, contra todo pronóstico, había llevado a la mismísima ciudad de Moscú. Recogieron sus maletas y de nuevo se montaron en un autobús enorme para volver a casa, a su añorada casa. Todos subieron en orden y con paciencia, cosa que extrañó tanto a Mario como a Dimitri, pero el sueño se palpaba en las caras de los alumnos, así que con una pequeña mueca de agrado, se sentaron después de pasar lista.
Al fondo del autobús, aunque seguían enfadados, estaban sentados juntos, sin pegar ojo, Dani y Tony.
-         Mario es…
-         ¿Todavía le das vueltas a eso, tío?
-         Es mi hermana, lo encuentro coherente.
-         Yo…
-         Déjalo, tío.
-         Paula te está mirando constantemente…
-         Ya quieres empezar otra vez…
-         Vete con ella, está sentada con tu hermana, que se venga ella aquí.
-         Y, ¿por qué tanto interés por mi hermana?
-         Porque…
-         A ver que me aclare, ¿te gusta mi hermana y Paula?
-         No, Paula no.
-         ¿Y por qué coño nos hemos liado a hostias en el hotel?
-         Porque a ver, Paula y tu hermana compiten por todo aunque se lleven muy bien y era en plan película, para darle celos.
-         Con mi hermana lo llevas crudo.
-         ¿Por?
-         Mi hermana siempre ha sido muy rara para los tíos.
-         Si se lió con Pablo…
-         Pues eso, rara jajajajajaja
-         Voy a por Paula anda.
-         Oye…
-         Dime
-         Gracias…
-         No las des nunca.
Tony se dirigió al sitio donde estaban sentadas las amigas y después de hablar con Paula, se giró y le guiñó el ojo, acto seguido Paula se levantó con una sonrisa somnolienta y se sentó al lado de Dani.
-         ¿Sabes?
-         Dime…
-         Te quiero pero tengo sueño…
-         Jajajajajaja duerme, enana
-         No me llames e…ena…na.
Paula se quedó dormida en el hombre izquierdo de Dani, él apoyo su cabeza sobre la de Paula y cerró los ojos.
Tony, atento a la escena, sonrió, y al darse la vuelta, se encontró a Alicia apoyada en su hombro, también dormida, y agarrada a su mano derecha, se sonrojó y cerró los ojos con una gran sonrisa.
-         El amor…¿verdad, Mario?
-         Sí, a ver cuando lo encuentras tú.
-         Nunca lo he buscado…
-         Oye, ¿llevas viendo eso el mismo tiempo que yo?
Señaló a la ventanilla.
-         Sí, ese coche nos está siguiendo…


lunes, 13 de febrero de 2012

Lesson Nº 15... Walls have eyes

Sobrevolaban las frías llanuras rusas, para algunos, esa fue la primera y única visita que harían al la ‘’madre patria’’.
El gran gigante europeo se alejaba de sus vidas, mediante avanzaban hacia de nuevo tierras españolas. Pero no era eso lo que importaba en ese avión, los asientos estaban distribuidos de dos en dos, y por el buen comportamiento de los alumnos, Mario había decidido que se podrían sentar de manera opcional, que su compañero de viaje lo elegirían ellos, claro está, excepto los dos que protagonizaron la pelea de la noche anterior.
Dani y Tony se sentaban al lado, no cruzaban ninguna de sus miradas, pero tampoco hablaban, simplemente miraban al centro evitando dar otro espectáculo, que tampoco sería posible ya que un muy enfadado Mario y el pasota de Dimitri estaban sentados justo delante suya.
-         Sigo sin entender por qué vienes a España.- preguntó Mario.
-         No pienso dejarte allí solo.
-         Pero si no saben de mi existencia…
-         Pero lo sabrán.
-         No lo creo, amigo.
-         ¿Acaso crees que no se pasearán por el colegio ningún día, o que no te pedirán reunión, o que los niños no les han hablado de ti? Por Dios Mario, tu ingenuidad no tiene límites.
-         A veces esa ingenuidad me salva la vida, como en el accidente.
-         Eso no fue ingenuidad, eso fue una tontería.
-         ¿Tontería? Estuve a punto de morir.
-         No creo que a ninguna persona con tendencias comunistas se le ocurra infiltrarse con una identidad secreta en una banda neonazi.
-         Si te parece me quedo sentado viendo como tratan a la gente o como esa escoria intenta de un momento a otro viajar a la base alemana.
-         Sabes que nunca llegarán a la base alemana.
-         Hace años que no sabemos de ellos.
-         Ni quiero saber nada más.
-         Yo he venido para ayudarte y detenerles.
-         Pero…¿cómo?
-         Lo primero, nunca debes desvelar a nadie que eres el padrino de Alicia.
Justo detrás de ellos, esa última parte de la conversación, la escucharon tanto Dani como Tony, la reacción de ambos fue tan inmediata como parecida, abrieron sus ojos como platos y se miraron fijamente, pero cuando iban a articular una sola palabra, recordaron que estaban enfadados y el orgullo de ambos hizo que volviesen a la posición inicial del viaje.
Sobrevolaban Italia.


Lesson Nº 14... Love is a fight

- Paula…Paula- le susurra Dani al oído.
Dani está echado al lado de la muchacha, ella duerme, se ha dejado el iPod encendido, muestra de su continuo despiste pero eso a Dani no le importa.
- Despierta.- le mueve el hombro.
- ¿Qué…qué haces aquí?- pregunta entre bostezos.
- Es que para soñar contigo, prefiero dormir a tu lado…
- ¿Tú sabes las horas que son?
- Pues son las…
- Mira en el iPod.
- No tengo ganas de levantarme.
- Serán las 7, supongo, a esta hora suelo desvelarme.
- Pero si te he tenido que despertar yo, sino sigues ahí como una marmota.- Dijo Dani en tono jocoso.
- Eso no vale….- se sonrojó.
- Jajajajajajajajaja
- No te rías tan alto que te puede oír el señor Hernanes.
- Pues tendrás que callarme de alguna manera…- le guiñó el ojo.
- Pues….
Aproximó su cara a la de Dani, y le besó, otro de esos besos eternos que sólo ella sabía darle. Pero de repente alguien inesperado irrumpió en la habitación.
- ¡¿ Dani?!
- ¿Tony?
- ¿Qué haces aquí?
- Eso.- dijo Paula.
- Pues…venía a ver como estabas.
- Hijo de puta venías a liarte con ella porque eres un pedazo de envidioso y siempre te ha jodido que yo fuese feliz.
- ¿Qué dices?
- Tony, fuera.
- No pienso irme de aquí, no me da la gana.
- Tony, por favor.- rogó Paula
- ¿Quién me va a echar?, ¿tú?, no me hagas reír.
Dani se abalanzó sobre Tony de un puñetazo le tiró al suelo. Ambos comenzaron a forcejear en el mismo suelo y Paula alarmada salió corriendo hasta cruzarse con Mario y Dimitri.
- Paula, ¿qué te pasa?, ¿qué haces despierta a estas horas?
- Corra, venga a mi habitación, Dani y Tony se están pegando.
- ¡¿Cómo?!
- Corra.
Mario se recorrió el pasillo en un tiempo record, hasta llegar a la habitación, donde seguían forcejeando. De un tirón de pelos a cada uno y una buena colleja a la antigua usanza, separó a los muchachos y sacó a la luz algo que nunca habían visto sus alumnos, su carácter.
- ¡¿Se  puede saber que cojones estáis haciendo?! No nos vais a joder ni a mí ni vuestros compañeros la última noche aquí en Moscú, ¿Quién coño os habéis creído que sois? Dani, tú no tienes porque estar calentando la cama de nadie a las 7 de la mañana sabiendo que a las 8 había que estar abajo con las maletas listas. Y tú, Tony, no tenías ni por qué estar fuera de tu habitación, ni calentar la cama de nadie, ni ir provocando peleas.
- Pero…
- Ni pero ni hostias, bajad con las maletas, iréis juntos en el avión y ya veremos en España vuestro castigo.
Resignados, ambos fueron a sus respectivas habitaciones y cogieron sus maletas para bajar a recepción.



lunes, 6 de febrero de 2012

A beautiful mind

A veces pienso que me equivoco. A veces me equivoco si pienso.
He de admitirlo, se me da mal eso de pensar, de reflexionar, de mirar atrás, de vivir en el pasado por no saber que hacer con mi presente.
Me repito con cada palabra que escribo, con cada vocablo que entono.
Mis cuerdas vocales no dan para tantas quejas y verdades juntas así que mejor, ver, oír y callar. Eso sí, lo que menos pienso hacer es pensar.
Porque con pararme un solo segundo a pensar, a escuchar la melodía de mis neuronas, quiero dejarlo todo, abandonar, correr sin pausa pero sin prisa, caminar sobre el agua, y ahogarme en alcohol. Digerir error tras error, como el que estoy a punto de cometer.
Me da por pensar que nada es para siempre, que le debo un capuccino a mi vieja amiga conciencia en la guarida, donde solíamos ir antes de salir de fiesta, antes de olvidarnos el uno del otro en toda la noche y recordar por la mañana las hazañas, y arrepentirnos de la mayoría, todo incluido en el menú.
Escuchar de nuevo esa canción, esa melodía imparable, incesante ruido en mi cabeza que nada más que me recordaba un poco, sólo un poco, como era la realidad en la que vivo. Pero me queda demasiado grande.
He aprendido a hablar, de una manera desmesurada y aburrida, parece ser que acuso sin pensar, que mi dedo señala a quien no debe, o a quien no cree que se lo merece.
Que se me ha subido el poder a la cabeza, que los halagos…¿Qué halagos?
De palos me rodean y no quiero hacer una cabaña, aunque me he planteado hacerme un castillito con su piscina y todo.
Creo que hace mucho que no me doy una vueltita por ahí arriba, que Castle no me escribe, que Jack no me mata, que James no me sonríe. ¿Se acabo?
No creo que sea hora de rendirse porque más de uno dé la espalda.
Pero toda esta tontería ha surgido por parar, por dejar la vida a un lado en el cajón de los recuerdos y hacer lo peor que he podido hacer en mi vida , pensar, que me viene fatal.
Que me impide ser yo, que me detiene delante de la línea de meta, que me deja en fuera de juego y me mata con un saque directo.
Quiero mi cielo lleno de nubes, quiero mis nubarrones negros que se espantan con la mejor de las sonrisas, quiero que mis ojos de serpiente brillen con el sol porque el león ha dejado de mandar en la selva, quiero, quiero, quiero, yo, yo , yo, mío, mío, mío, mío, ahora, ahora, ahora…
Creo que ha sido mala idea...



Lesson Nº 13... Hidden identities

Noche fría, normal en el invierno ruso, pero demasiado frío para los españoles.
Demasiado frío para tumbarse, para estar de pie, para sentarse en el de piel de la habitación. Por eso, había quien no podía dormir aquella noche aunque el frío no era un motivo creíble…
-         ¿Qué haces aquí a estas horas, Mario?
-         No puedo dormir…
-         ¿Y eso? Mira que tú eres de sueño español, de horas y horas…
-         Pues resulta que hoy no, Dimitri.
-         ¿Karina?
-         No entiendo por qué después de tantos años ha vuelto a aparecer.
-         ¿Acaso crees que lo entiendo yo?
-         Espero que no sepas nada y me lo ocultes, más de una vez lo has hecho.
-         Creo que sigue trabajando para Sandra y Aitor.
-         Pero la banda siguió actuando después de mi desaparición accidental.
-         Claro, y lo más seguro es que esos hijos de puta lo sigan haciendo.
-         Pues no creo que en Rusia sean bien recibidos.
-         Últimamente se dedicaban a hacer sus crucecitas.
-         Ridículo, para variar.
-         Típico en esa gentuza.
-         Aún no me ha quedado claro, ¿por qué te fuiste tú?
-         Porque después de tu accidente empecé a hacer preguntas y cuando descubrí que ellos estaban detrás de todo eso porque descubrieron tu verdadera identidad, me persiguieron a mí, pero me dio tiempo a salir por patas aquí, a Moscú.
-         No sé por qué nos metimos en ese lío…
-         Éramos jóvenes e inocentes…
-         Fue hace dos años, Dimitri.
-         Dios mío, ¿sólo dos años?
-         Sí.
-         Aquí me congelo, necesito volver.
-         El otro día me vieron en coche, ¿y si te ven a ti? Si siguen actuando, por poco que sea, no dudarán en matarnos a ambos.
-         Nos iremos pasado mañana y lo haremos juntos.
-         Oye, ¿jamás pensaste en contárselo al gobierno?
-         Sí, aquí a los rojos, claro, solo nombrarles a esa especie de personas y me queman a mí por hablar.
-         Joder…
-         Esto es peor que una dictadura.
-         Si tu bisabuelo viviera…
-         ¿Cuál?
-         Josif.
-         Si ese viviera, ese sí que me mataba a mí.
-         No creo.
-         Lo que me parece irónico es que sigan, si tú eras el, por así decirlo, el jefe de las operaciones, sin ti no hacían nada.
-         No dependerían tanto de mí cuando manipularon el motor de mi coche.
-         Sigo sin entenderlo.
-         Oye…¿No es esa Karina?
-         ¿Quién?
-         Corre, entra, sé perfectamente a lo que ha venido.
-         ¿A qué?
-         A darnos un beso no te jode.
-         Corre, que viene.
Ambos entraron corriendo en el ascensor, rezando para que este se cerrase rápido, y soltar un suspiro de tranquilidad a pesar de la noche en vela que continuarían pasando.


viernes, 3 de febrero de 2012

Carta a un asesino

Sé que aunque no lo parezca, sueñas con es día. Ese día en el que las nubes se tiñan de gris y los rayos y truenos desfilen como aquel día en Río.
Una pequeña e ínfima llovizna que caiga sobre una lápida, y gota a gota se borren las huellas de tierra que tapan mi nombre grabado en piedra.
Con certeza sé que tienes pesadillas con mis reacciones, con mis voces, mis saltos, tienes pesadillas con mi cara, mis ojos verdes de serpiente.
Pero vives tranquilo despierto, de bar en bar, de Roma a Puerto Príncipe.
Te escondes entre los cojines de los burdeles de París, incluso entre los pechos de cualquier mala madre.
Sé que la conciencia tiró tus llaves por el desagüe y duermes acostado entre cartones del Día en la puerta de Caja Badajoz.
Sé que de vez en cuando te pasas a verme por obligación.
Pero a pesar del buen sueño y de las pesadillas, sabes, por encima de todo, que no puedes dormir.
Sabes que tu chaqueta de franel beice y tus pantalones de pana sobre la silla de tu desastrosa habitación proyecten una sombra espeluznante que te abre los ojos como platos.
Odias que de todos tus errores, el que más te pese sea yo.
No pegas ojo en esos momentos de silencio absoluto que tanto cuesta conseguir y mantener, como aquella noche en Las Vegas.
En cada copo de nieve que cae en Enero, ves i cara hasta que caen al suelo.
Te duele cada rayo de sol que golpea y se te clava en la piel, que refleje el azul de tus ojos y se te pongan llorosos, que cada lágrima sea una cascada que queme tus mejillas por cada recuerdo.
Todas las noches me paso un ratito a verte, pero me escondo debajo de la cama para que no me veas, ahí donde apoyas tu espalda erguida, que le sigue tu cuello, que sostiene tu cabeza, la que nunca agachaste.
Siento tu sufrimiento como si fuese mío, sin haberlo provocado.
Creo que te harás a la rutina, tú la elegiste…
Al fin y al cabo…Fuiste tú quien me mató.


Lesson Nº 12... Walked past

-         Bueno, esto es la plaza roja, aquí tenéis uno de los monumentos más importantes de Rusia, de la amada patria, la estatua de Lenin.- Dijo Dimitri
-         De Vladimir Ilich Ulianov.- Añadió Mario.
-         ¿De quién?- preguntó extrañado Tony.
-         De Lenin.
-         Vale…
-         ¿Te acuerdas de la última vez que estuvimos aquí, Mario?
-         Rondaba el 87, me parece. Con esos pelos que llevabas a todos lados.
-         Sí, pero ligaba más que tú.
-         Ligar con feas no es ligar jajajajajajajaaja.
-         Bueno, no voy a hablar.
Dimitri se quedó embobado mirando a una joven muchacha de ojos verdes que acababa de pasar por detrás de la estatua de Lenin, la miraba con cara de flechazo a la vez que de reconocimiento, le sonaba de algo.
-         Bueno niños, podéis dar una vuelta.- Dijo Mario
A escasos segundos de la marcha de los niños, Mario, preocupado, preguntó:
      -     Dimitri, ¿qué te pasa?
      -     ¿Te acuerdas de esa muchachita rubia de la banda nazi que intentó matarnos en    
             Roma justo después de que descubrieran lo de Aitor y Sandra?
-         ¿Karina?
-         Sí, algo así.
-         ¿Qué pasa con ella?
-         Acaba de pasar detrás de Lenin.
-         ¿Qué?
La mujer cambió radicalmente su rumbo y se dirigió hacia los dos cuarentones perplejos ante su presencia.
Sus aires de superioridad derretían el hielo de la plaza y las palomas volaban dejando un pasillo para que sus perfectas piernas deslumbrasen a los rusos y extranjeros que pasaban por allí.
En un abrir y cerrar de ojos la tal Karina estaba frente a las narices de los dos viejos amigos, no parecía con intención de detenerse, al llegar, le dio un papel a Mario y siguió su camino de frente.
En tinta negra desparramada por el papel, podía distinguirse ‘’ Ich werde nitch verfehlen dieses mal’’
-         E…esto es…alemán, ¿no?- Preguntó Dimitri.
-         Sí, parece ser que sí. Pero, ¿qué pone?
-         A mí no me preguntes, yo de español, inglés y ruso, no paso jajaja.
-         Joder jajaja a ver pone… ‘’ Esta vez…
-         ¿Qué pone?
Ante el silencio de Mario, Dimitri se alarmó:
-         Mario, ¡¿qué coño pone?!
-         Po…pone…
-         Si…
-         Esta vez … no…no pienso fallar.- Balbuceó.