jueves, 26 de abril de 2012

Le lunghe notti in soffitta ( O las improvisaciones locas de el hombre que teclea)


Una noche más me dedico a escribir otra solitaria carta sin destinatario, se podría decir que me escribo a  mí mismo, a un yo oculto que nunca saldrá, o será que te considero igual que yo.
He visto suficiente mundo como para saber lo que me conviene a estas alturas de la historia, yo sigo el guion de mi vida pero a veces suele haber alguna que otra sorpresa.
En todo cuento hay un punto de inflexión, el príncipe encaja el zapatito en el pie de Cenicienta, Simba vuelve a la gran roca, y Basil consigue entrar en el palacio de Buckingham.
Siempre hay algo que cambia las tornas de la historia pero ¿por qué siempre ganan los buenos? Siempre me hago la misma pregunta, algún día ganarán los malos, esto cambiará y nadie se dará cuenta de ello.
Nunca me gustan los finales, cuando termino un libro me quedo seco, intento pasar la ultima hoja pero me doy cuenta de que es la contraportada, así te fuiste.
Te escapaste con el maldito viento, te colaste entre mis dedos, saliste de mi corazón y volaste hasta el mundo inacabable.
Ni si quiera mis años en el ejército me han ayudado a soportar esto.
Pero no me voy a rebajar al nivel de algunos topos para conseguir una sonrisa de complicidad, no sé si sonríes, será una leyenda, pero yo lo conseguí, te saqué una sonrisa, me arriesgaré y diré que te saqué varias. Pero lo más difícil fue escuchar de tu boca ese ‘’Te quiero’’ que tanto ansiaba pero PAM…Se acabó el cuento, bueno, un final relativo. Se supone que desde ayer, desde que te largaste, es el famoso punto de inflexión, pero si siempre ganan los buenos, ¿soy yo el malo? ¿Scar, la madrastra, Ratigan? Puedes compararme con esos, ¿otra vez más?
Simplemente me aburre el victimismo aunque tenga unas ganas locas de que salgas de la foto que tengo en nuestro cuarto, sí, nuestro, hasta ayer por la mañana.
No he pasado la noche en vela, tranquila, he llorado tanto que hoy no me quedan lágrimas, tengo esa sensación de vacío dentro de mí que domina el cuerpo pero no la mente, a esa no conseguirás ganarle nunca.
Y después de una sarta de verdades, comienzan las locuras.
Pensando y pensando, con ese detenimiento que nunca me caracteriza, aprendí a vivir con paciencia, soñé que yo ganaba, de hecho lo soñé despierto porque lo veo real, no me has ganado. Hace 1 año que te fuiste y cada día te quiero menos pero no te odio más, simplemente me conozco a mí mismo y aprendo a convivir con el espejo de mi habitación.
Parece increíble que después del punto de inflexión, no sé si tú, pero yo, el supuesto malo de la película, sigo en pie, mejor que nunca, 14 pasos a izquierda y otros 14 a la derecha, de rodillas y sentado, como tú quieras, menos tumbado.
Solo que esto tiene una pega, después de tantas noches con tu olor, con el nudo en la garganta que me provocaba tu colonia barata, con tus pelos en mi espalda y mi mano en tu cintura, a veces me cuesta despertar.
Será que no ,me he acostumbrado a levantarme solo.


domingo, 22 de abril de 2012

Se non si adattano la verità, non richiedono risposte ( O gol de chilena en el minuto 90, ¿duele, verdad?


¿Qué es lo que quieres discutir ahora?, ¿mi color favorito?
Esto es ridículo. El teniente Kendryck no ignoró la orden, lo que yo le dije lo vio, no claro, cristalino. Esta vez el viejo no se equivoca.
¿Has servido alguna vez en una unidad de infantería, hijo?
¿Has servido alguna vez en el frente?
¿Has puesto alguna ve tu vida en manos de otro hombre y le has pedido a el que ponga su vida en las tuyas?
Nosotros cumplimos las órdenes, hijo. Cumplimos las órdenes o la gente muere. Así de simple.
¿Está claro? Santiago es un marine de muy bajo nivel, iba a ser trasladado.
A veces los hombres resuelven las cosas por su cuenta. Insolente, enano, bastardo.
¿Quieres que te conteste?, ¿quieres respuestas?, ¿quieres la verdad? Tú no puedes encajar la verdad. Vivimos en un mundo que tiene muros y esos muros han de estar vigilado por hombres armados. ¿Quién va a hacerlo?, ¿tú?, ¿usted, teniente Wipper?
Yo tengo una responsabilidad mayor de la que puedas calibrar jamás. Tú lloras por Santiago y maldices a los marines. Tienes ese lujo, tienes ese lujo de no saber lo que yo sé. Que la muerte de Santiago, aunque trágica, salvó vidas, y que mi existencia, aunque grotesca e incomprensible para ti, salva vidas.
Tú no quieres la verdad porque en zonas de tu interior de las que no charlas con tus amiguetes, me quieres en ese muro, me necesitas en ese muro.
Nosotros usamos palabras como honor, sinceridad, código, lealtad; las usamos como columna vertebral de una vida dedicada a defender algo, tú las usas como papel higiénico y no tengo ni el tiempo ni las mínimas ganas de explicarme  ante un hombre que se levanta y se acuesta bajo la manta de la libertad que yo le proporciono y después cuestiona el modo en que la proporciono. Preferiría que solo dijeras gracias y que siguieras tu camino, de lo contrario te sugiero que cojas un arma y defiendas un puesto, de todos modos, me importa un carajo a qué creas tú que tienes razón o derecho.
Por supuesto que lo hice, joder.


miércoles, 18 de abril de 2012

Esto es muy largo ( O 90 minuti en el Bernabéu son molto longo)...Maravilla

Años y años han pasado desde la última vez, ¿verdad?
Sigue siendo el mismo escenario, la misma canción, pero somos distintos los bailarines, la pista vuelve a vestirse de gala, necesitamos que lo haga.
La canción ya ha empezado a sonar y nos hemos caído nada más empezar, ¿vamos a bajarnos del escenario?, nos hemos caído infinidad de veces, año tras año, la misma canción pero diferentes bailarines, pero la canción siempre acaba de la misma manera, a lo grande, como todos sabemos hacerlo.
Toca levantarse, toca mirar a los ojos de los que nos están viendo una vez más, toca el gran paso, lo más difícil de todo. De nuevo la gloria toca a nuestra puerta y solo queda levantarse, prohibido quedarse sentado en el camino.
No podemos pretender ser perfectos, tenemos una característica muy especial y es que somos humanos, y como tales, podemos cometer errores de vez en cuando, ¿no?
Pero tenemos otra cualidad todavía mejor, es la cualidad de rectificar, de enmendar el error cometido, y esa oportunidad pocas veces se da, por eso tenemos que aprovecharla.
Estamos aquí porque nos lo hemos ganado, porque hemos hecho todo lo posible por estar aquí, con este ambiente, con esta gente, este año, esta pista, la canción que más nos gusta, esa que siempre nos hace caer para levantarnos con más fuerzas aún, siempre es difícil, nadie dijo que la vida fuera tan fácil, son muchas piedras las que hay en el camino, y con esta ya hemos caído dos o tres veces, creo que es hora de darle la patada que se merece y demostrar que somos los mejores, los de siempre, los reyes de esta pista, los ganadores de todo, los que bailábamos una sintonía de en sueño que muchos quería imitar, cuando nadie se interponía en nuestro camino, cuando nadie era capaz de derribar nuestro muro, cuando sucumbían las peores bestias y monstruos, cuando no salían de debajo de cama porque los que dábamos miedo éramos nosotros.
Nuestro nombre está grabado en esa placa, en ese sitio, 9 veces ya, habrá que subir esa cifra que ya nos toca, nos lo deben, nos lo debemos nosotros mismo, a la gente que viaja, a los que no duermen, que vienen de los rincones más escondidos de todos sitios para vernos bailar, para saber quienes somos y por qué estamos aquí.
Nos han visto caer, viejos y jóvenes, ojos marrones y azules, y también nos han visto levantarnos, de unas y de otras, peores o mejores pero nadie dijo que nos fuesen a hacer un pasillo. Toca, toca, ya toca, los nervios, la piel de gallina, los pelos de punta, otro día más, otro baile más, esto no es sueño, esto no es ficción, estamos vivos, y estamos aquí.
Vamos a bailar, el baile es largo, y somos especialistas en aguantar, creemos, podemos.
Nos conocemos las caras, la canción, la pista.
Nos toca bailar otra vez. 




lunes, 16 de abril de 2012

Report nella tabella ( O el cabo apuntador y sus locuras)

De vuelta al mundo de los papeles, de nuevo formando el espectáculo, que poco me duró el verano. Otra vez trabajando, como un perro, con la mesa llena de informes para mañana, llena de borradores de cartas de amor que un día quise escribirte, porque la práctica nunca se me dio bien. Otro infierno rodeado de sellos, de llamadas de teléfono, no para de sonarme  el busca, estoy harto, y mira que es el primer día. 
¿Quién me mandaría aceptar este maldito trabajo en este maldito pueblo y conocerte a ti? 3 errores en una misma pregunta. Antes se hacía más fácil, ¿sabes? Cuando eras tú la que cogía las llamadas de teléfono u ordenabas los informes, y recogías el sello del suelo cuando se me caía, vaya vida que me he buscado. 
 ¿Me la merezco? Todos los días me lo pregunto a mí mismo, pero creo que hace bastante tiempo que dejé de buscarte, un año exactamente. Hace un año que la historia dio un giro inesperado para mí, ese día que me harté de perder y me levanté con ganas de ganar, ese día que me di cuenta de que no vale de nada lamentarse si no tienes motivo para hacerlo. Fue ese día, pero no me voy a atribuir la gloria. 
¿Sabes?, el otro día pase por el instituto, donde tenías a los niños casi tan amaestrados como a mí, creo que has hecho escuela, se veía de zorras paseando por ahí… 
Ayer hablé con mi jefe, dice que desde que te fuiste trabajo mejor, estoy centrado, y eso parece que ha alegrado al general, tanto, que la dice que quiere sacarme de aquí, que estoy desaprovechando, que soy demasiado bueno como para quedarme en Villaescándalo, pero no quiero irme ni a Villaarriba ni a Villaabajo ni a Villaenmedio, eso está muy visto ya. No sé qué planes de futuro tiene pensados para mí, pero se le veía contento, y la semana que viene vendrá a verme. No me acuerdo de nada del fin de semana pasado, ¿estuviste aquí? Vaya ironía, ¿verdad? Que fueses tú la que viniese detrás mía por una vez, que fueses tú la que corriese hacia el aeropuerto.
 No sabes lo divertido que es esto, este pueblucho lleno de horteras y desamparado por la vida, lleno de gente que no sabe ni leer, y otros como yo, que con llevar un traje ya ejercemos respeto por todos, otra ironía.   
Pero el mío no es un traje cualquiera, que conste, todo el mundo sabe quien me lo dio. Vaya mentiras que puedo llegar a escribir, ¿no?, mentiras para unos, verdades para otros, y para los más tontos, sólo son quejas. ¿Mi corazón agoniza? Mi corazón es de piedra, ha dejado de latir, pero yo no soy de hierro aunque lo parezca, no me pongo una capa y salgo de una cabina para salvar al mundo de las desgracias que gente como tú quiere provocar…                                       
 O Sí…



sábado, 14 de abril de 2012

Questo è pazzo (O las ironías de Villaescándalo)

Dios, no...¡Mierda, mierda, mierda! Me ha vuelto a pasar otra vez, puto alcohol.
No pienso beber más, que ironía. A saber que tonterías he podido hacer esta noche para que la habitación esté así y estar dormido en la bañera en vez de en la cama.
El periódico… ‘’ Revolución’’… Madre mía, la que se ha tenido que liar esta noche.
El alcalde ha desaparecido, no puedo evitar reírme, pero me preocupo, es mi amigo, y creo que ayer estuve con él un rato, sí, una de las muchas copas que me tomé ayer sería con él, y con el resto del pueblo, claro.
¿Cómo pude pasarlo tan bien y ni si quiera recordar algo?
Bueno, vamos a repasar un poco el día…
Voy a obviar el rollo ese de ‘’ Me levanté por la mañana con el olor de su colonia en las sábanas, bla, bla, bla’’ desde lo del aeropuerto, no pienso acordarme más de esa zorra.
Bueno, sigo, desayuné… ¿tostadas? Da igual. Me fui al ayuntamiento, a… ¡Vaya mierda de memoria que tengo!
En fin, por la noche… ¡Ah, era el cumple de Paula! Sí, me puse mi chaqueta favorita, con mi camisa blanca debajo y esa corbata que me regaló el hombre del traje que veo siempre cuando voy a tomar café por las mañanas, bueno, sí, empezó el cumple de Paula, y una copa, otra, otra, y perdería la cuenta porque de poco más me acuerdo, ¿dónde fui? Creo que me fui con…en fin, con alguien, me fui al Ayuntamiento, sí, allí sacamos al alcalde del despacho, no quería salir, pero le acabamos convenciendo, y nos fuimos a un bar, y de nuevo, una, otra, otra, otra.
Y luego apareció esa rubia, la del la taberna del solitario, vaya ironía.
Al fin y al cabo, he tardado poco en superarlo, así que si la rubia me tiró los tejos, pues creo que ya sé como acabó la cosa, pero primero la pelea con Jack, vaya ironía. Supongo que él también iría detrás de la rubia, pues de poco le sirvió, porque tengo pintalabios por partes que no quiero que me pinten precisamente.
Esto es demasiado irreal, yo peleando con Jack, con una rubia y encima, el alcalde saliendo a la calle, y encima a beber, esto es de locos, voy a levantarme.
Pero… ¿y este tanga?, ¿y este pintalabios?...¿qué es esa figura en la cama?
-         Buenos días…
-         ¿Tú?
-         Vaya ironía, verdad.


jueves, 12 de abril de 2012

Scudo, scuse (Desde casa, desde mi sitio, desde Roma con amor.Hasta por ti he vuelto a utilizar el italiano que tanto te gustaba. So solo che ti amo)

Impresionante. Sencillamente impresionante. No puedo dejar de admirar ese fenómeno.
El cielo, mira el cielo, ¿lo ves?, oscuro, ¿verdad? Pero pronto una estrella hará que todo esté más claro. Pero, ¿cómo ese póster del techo puede tener tantas pegatinas juntas?, ¿cómo pueden las estrellas quedarse pegadas en el cielo sin caerse? Sí, se mueven, algunas muy lentamente, otras tan rápido que pocos son los afortunados que las ven, las cosas buenas duran muy poco. Pero dicen que cuando algo acaba, es para que empiece algo mejor, no lo creo. Cada estrella tiene su luz especial, y ninguna brillará igual en el cielo, un clavo saca otro clavo, pero la herida sigue ahí.
No me queda otra que remitirme a los tópicos, a los clásicos, a la verdad, porque si me invento algo, me cuelgan de lo más alto de la torre Eiffel.
Pero aunque la verdad es demasiado relativa, la mentira tiene las patas muy cortas, tan cortas como la inteligencia de más de uno que va escribiendo atrocidades por ahí, una ‘’víctima de telenovela de verano’’, demasiado sofisticado para vivir en Las Vegas.
Pero, ¿para qué recurrir a los clásicos?, el pasado, pasado está, ¿no? Vaya tontería.
El presente es mucho más bonito lo mires desde donde lo mires, ¿para qué lamentarme del pasado? No resuelvo nada, cada lágrima derramada por un loco amor, por un fugaz recuerdo que cruza mi memoria, es una señal de debilidad, prefiero levantar la cabeza y mirar de frente, aunque me espere la mismísima muerte.
No formaré puzzles con los papeles rotos de la habitación, no, no me engañaré.
Pero siempre me hago la misma pregunta…
¿Por qué intento convencerme a  mi mismo de que no te quiero soltando un discurso que ni Barack Obama antes de las elecciones?
No lo sé, soy demasiado complejo para toda la vida, y mira que lo he intentado, ero cuando no golpeo yo, me golpean a mí.
¿Mi vida es una mierda? No, claro que no, no voy a darle esa satisfacción a más de uno.
Si en mi vida no pasase de todo, no sería completa, pero hay veces que no entiendo nada, ¿por qué a mí? Con todas las personas sobre la faz de la Tierra, tengo que ser yo el que llore en frente de tu foto porque te has ido sin decirme nada, porque no llegue a tiempo al aeropuerto, porque no soy capaz de olvidarte, porque cada día que me levanto huelo las sábanas por si huele a tu colonia favorita, a ti, miro hacia la puerta mientras desayuno de pie, por si entras de un momento a otro y quedo preparado tu café favorito sobre la mesa. No me entiendo ni yo, normal que te fueses sin entenderme, pero me gustaría haberte entendido yo a ti.
Solo quiero despertarme de esta pesadilla, porque espero que lo sea y decir siempre como en las clásicas películas americanas, sí, esas escenas en las que la caga alguien y no tiene arreglo, esa famosa frase de ‘’ Algún día recordaremos esto y nos reiremos.’’



domingo, 8 de abril de 2012

Storia d'amore scaduta

Todo me da que pensar desde que me levanto por las mañanas; la cama por hacer, las cortinas rotas, las ventanas abiertas, esta vez te tocaba a ti irte antes de que yo me levantase, ¿verdad? Me encanta esta sensación de soledad un domingo por la mañana.
Después de vagar por la ciudad días y días buscando un poco de cariño, de volar por el mundo, de París a Niza, de Niza a Roma, y quedarme para siempre.
No vamos  hacer como la última vez, sí, esa que me llamaste desde el avión diciendo que lo sentías y que volverías algún día, esa que llegué tarde al aeropuerto y llovía mientras despegaba tu avión.
Pero te presentaste en mi oficina, meses después, con ropa de mejor marca, más pechos y teñida de rubia, irreconocible.
No es que me haya acostumbrado, es que me gustas más, no voy a presumir de orgullo, ni de resistencia, como escriben otros poetas muertos, no me gusta presumir del abandono, has salido, pero aquí hay una nota, sí, al lado del tanga rojo que llevabas anoche; ‘’Estoy abajo desayunando’’.
No es que no me fíe, pero ya me pasó una vez, no me va a pasar otra, me asomo por la ventana y ahí estás, preciosa, sin duda, irradias una luz que nunca me cansaré de mirar.
Dicen que eres como el Sol, que si te quedas mirando, te quedas ciego, yo creo que me tienen envidia pero al fin y al cabo, tengo que cuidar lo que tengo.
Todo en esta casa me recuerda a ti, pero he aprendido a no depender tanto de un sentimiento, puedo valerme por mí mismo, como ese día que corrí hasta el aeropuerto, que me quedé mirando a través del cristal, que tu avión se iba mientras yo me rompía por dentro.
Pero la vida es demasiado cruel como para darme una segunda oportunidad y todavía no me lo puedo creer, no me creo que hayamos hecho el amor después de tanto tiempo, que esos ojos verdes vuelvan a tener vida sólo para mí, que vuelvan a mirarte el culo por la calle y se lleven una paliza.
Ni si quiera tú puedes creértelo, creo que esta vez es diferente, será que esta vez, ¿me quieres? Será que respiras por mí, ese mismo discurso tan bonito que me soltaste el día que volviste y me repetiste ayer otra vez para que me lo creyese, o te lo creyeses tú misma, pero al fin y al cabo tengo que vivir con ello.
También te recordé cómo te fuiste, y sigues sin darme un por qué.
Ese día que me llamaste desde el avión diciendo que lo sentías y que volverías algún día, ese que llegué tarde al aeropuerto y llovía mientras despegaba tu avión.
Claro que me acuerdo de ese día, es una tontería engañarme, porque ese día fue ayer…


miércoles, 4 de abril de 2012

Son 2

Cuando 2 personas e marcan tanto en tu vida, es porque son algo, porque un pequeño rozo de tu corazón es suyo, porque si te los quitan, la vida no sería lo mismo, porque nadie vive bien si se siente vacío, ¿no?

                                     

Crean una dependencia, que para algunos es incomprensible.


El señor del traje

Inexplicable, todavía recuerdo el día que me crucé con ese hombre.
Elegante, tanto en las formas como en la apariencia. Un carácter del Sur para aplacar las críticas del Norte. Andaba con solemnidad, un porte espectacular, si le saludabas, se paraba a charlar contigo, te invitaba a un café en su bar favorito y te contaba su vida y escuchaba la tuya con interés.
Una persona que hablaba por los codos, sostenía con su mano derecha, la taza de café y con la izquierda gesticulaba para enfatizar sus palabras, sinceramente creo que no le hacía falta, porque decía toda la verdad.
Unos ojos demasiado perfectos para ser reales, verdes, de color esmeralda, que brillaban más que su Rolex cuando le daba el sol.
Lo más sorprendente de todo era cuando llegaba el camarero, tranquilo, con su bandeja y su cuaderno para apuntar y le decía: ‘’ ¿Lo de siempre, señor?’’, él no respondía, cumple el tópico ese de que el silencio otorga, simplemente le guiñaba el ojo.
El camarero, y dos hombres más traían un montón de periódicos, él daba las gracias y agachaba la cabeza.
Me miró fijamente y dijo: ‘’Sírvete’’ Abrió la bolsa y vi miles y miles de periódicos:       ‘’ ¿Todos estos te lees?’’ Ni si quiera obtuve respuesta, entró la mano en la bolsa, sacó un periódico y se puso a leerlo.
‘’ Siempre viene bien tener enemigos, ¿no crees? Son gente peculiar, que de vez en cuando te sube el ego, saber que lo que haces destaca de una manera o de otra y que alguien se fija tanto que puede obsesionarse, odiarte, sinceramente, me encanta, no sé como expresarlo, es demasiado fantástico, que abran la boca y 3 de cada 6 palabras sean para mí, me alegra el alma’’
Un discurso, increíble, no tengo nada que objetar, pero siguió…
‘’ Tú eres joven, tienes toda una vida por delante, me recuerdas a mí muy a menudo, te veo por las calles andando sin descanso, aprovecha, a mi edad ya solo te queda enterarte de todo lo que pasa en el mundo, de cómo los aparentemente buenos de la historia ganan sin merecerlo, como los malos se sientan en un café a hablar con gente que no conocen para llenarles de la realidad que se respira por aquí, en fin…’’
Cuando dio su último sorbo de café, dejó el periódico y se fue.
Un tanto enigmático ese señor, peculiar, solemne, elegante.
Sin duda, espero verle más veces por aquí.


martes, 3 de abril de 2012

El enamorado

Otro día más, otra vez castigado, nunca entenderé el motivo.
Tengo 4650 millones de años y de nuevo tengo que irme a casa más temprano de la cuenta, siempre cojo mis prismáticos, te doy un toque, y cuando te veo abriendo la puerta, no puedo parar de mirarte, pero papá y mamá son demasiado estrictos como para que tarde 1 solo minuto en llegar, dicen que tengo que cumplir los horarios a raja tabla.
Yo no le veo sentido, siempre intento explicárselo, entro en el salón, mamá está en la cocina, con su corona de laureles el la cabeza, mira hacia atrás y sonríe, pero papá nunca sonríe. Siempre está sentado en el sofá, leyendo el periódico y cuando empieza el tiempo, atiende a la televisión, su humor depende demasiado de la tele, me preocupa, si llueve, no me deja salir y manda a sus colegas a recogerme. Pero cuando no llueve, me obliga a salir de casa. Siempre le digo lo mismo, pero no me hace caso, le digo que me deje hasta más tarde, pero dice que es muy importante que llegue a mi hora, que me puede pasar cualquier cosa, a veces me deja más tarde pero salgo también más tarde, y tú también sales más tarde esos días, se lo repito con lágrimas en los ojos, que mi novia sale más tarde, que me deje quedarme, que tengo que verte. Solo coincidimos casi cada 30 años, así no puedo vivir.
Pero nunca me hacen caso, así que hace mucho que me rendí.
En ese caso, no quiero dejarlo, verte de lejos me anima, solo quiero que sepas una cosa… Que te quiero.

Atentamente, Sol.


PD: Siempre me quedarán los prismáticos. Nos veremos en los eclipses.


La vida de un coronel

Una voz, un grito, un susurro, ¿miedo?...Nunca.
Que las nubes se desvanezcan entre las yemas de tus dedos mientras tu no sabes en qué pensar. Que la lava te queme hasta que solo se te ocurra gritar. Demasiado extremo todo, yo me quedo en medio, ni bueno ni malo, ni bonito ni feo, lo prefiero todo a mi manera.
No necesito tener pareja para saber que en algún rincón del mundo me espera alguien, algún día, que me querrá tanto como yo a ella.
No necesito que me repitan una y otra vez mis errores, me los sé de memoria, pero sí me gusta que me repitan las virtudes que tengo, son tantas, que alguna se me olvida.
Tampoco creo que sea necesario vivir en paz, ¿qué sentido tiene?, todo el mundo tiene enemigos, y después de mis innumerables viajes, seguro que más de uno me he ganado.
No necesito hablar para que la gente sepa lo que pienso, soy demasiado predecible, pero siempre lo hago.
No puedo resumir mi vida en cuatro líneas, tampoco tienen que hacer una biblia, pero sé que siempre me recordarán por mis fallos y no por mis aciertos, la vida es así.
Pero dicen que un clavo saca otro clavo, pero la herida sigue aunque no se vea.
Sin duda tengo un plan infalible, dame una pluma, tinta, y un trozo de papel, cruzaremos el mundo, preciosa.
No me molesto en trabajar en algo que en escasos mese se destroza, si no soy yo, es otra persona, pero a base de palos vive la gente.
Me encanta hacer volar mi dinero y que no me importe una mierda lo que piense el resto. No vivo de la opinión del populacho pero tampoco me encierro en mi castillo, soy demasiado… ¿magnánimo?
Yo no peco de humildad, yo digo la verdad, nunca me quejo, y si lo hago es con demasiada razón.
Está claro que soy ese bombón que sale en la tele, incomparable, inconfundible, pero puedo añadir inmaduro, superior, orgulloso, y hasta bueno en la cama.


-         ¿Coronel?
-         Dime…
-         ¿Otra vez hablando de guerra?
-         Para una vez que digo algo sensato…