sábado, 29 de diciembre de 2012

Treno per il tuo core (Questa volta se)


Supongo que me cansé de vivir una mentira. Me cansé de soñar despierto, dicho de un modo o de otro, me cansé de ser feliz. Me cansé de intentar complacerte desde que te despertabas a mi lado hasta que te dormías quien sabe si al lado de otro. Me harté de que la magia solo fluyese por tus dedos cuando querías dejar de sujetar mis hilos, me harté.

Los recuerdos se agolpan en mi puerta, si no caben, en la ventana, y a veces, incluso en el espejo; buscando cualquier entrada al mundo que les lleve a mí, para que vuelva a ser eso, una marioneta. Pero de eso hace mucho. Tú empezaste a utilizar a otro, con una nariz más grande, uno que te mentía. Yo, mi vida fue, como dijo un grande, una caja de bombones, nunca supe ni ahora sé lo que me va a tocar. Podemos empezar en un patio de Sevilla rodeado de flores, árboles, plantas, no me podía quejar; llevaba una chaqueta con mi corbata azul, un poco manchado por las cenizas del tabaco pero creo que nadie se fijaba. 
Me solía rodear de papeles, de libros y poemas que me llevaron a la locura, de la que todavía no me he librado. Pero todo empezó a recordarme a ti, así que digamos que…hui. A medida que mi corazón latía aumentaban mis viajes, a medida que vislumbraba mis sentimientos, sacaba un nuevo billete de tren rumbo a no sé dónde. Quizás la paradoja es que sigo buscando el buen tren, que todavía no ha pasado, porque ahora que podemos considerarnos iguales, no dependo de ningún hilo que me ate a ti. Puede que no me gustase Roma, París, Udine, New York, Glasgow, Munich, y todos esos hogares de en sueño que he tenido a lo largo de mis innumerables viajes.

 Pero no he encontrado la ciudad perfecta, supongo que nunca encontraré esa cama blanda, oliendo a tu perfume de todas las noches de fiesta, con la almohada manchada de tu pintalabios y la ropa desperdigada por la habitación, y lo más importante, tú. Supongo que nunca lo encontraré. Ahora me dedico a  observar buscando. Está empezando a nevar, sí, hoy, precisamente hoy, el día de tu cumpleaños, los copos de nieve caen con la misma suavidad con la que nos besábamos sentados en el parque donde empezó todo, en nuestro parque, en nuestro banco, nuestro. Quisiera desear vivir mi propio cuento de Navidad pero ni soy el señor Scrouch, ni necesito recordar mi pasado para poder avanzar. Quiero que aparezcas ahora mismo porque estoy justo debajo de un muérdago. Pero los sueños,  sueños son, he vuelto a quedarme dormido en la estación y mi tren está a punto de salir. Bueno…


...Espero que este sea el correcto.



sábado, 22 de diciembre de 2012

Viaggio nella memoria


Toda historia tiene un principio, pero nunca sabemos si tiene un final. No precisamente hoy, pero sí hace unos días me hacen recordar que vivo vacío, que te has ido. Mis recuerdos no pasan más allá de un patio; con sus mesas, sus sillas y sus plantas, y nosotros jugando a aprender. La vida era demasiado bonita, tú, siempre tan buen maestro y yo, a veces buen alumno. Unos paseos interminables por la orilla del río, cazando cocodrilos y huyendo de tiburones, con el perro y la imaginación llevados con la correa. No puedo evitar llorar, sé que nunca te gustó, pero no puedo pensar que no me vas a llamar más para preguntarme como van las notas, o cuantas novias tengo ya o tan si quiera cuando me acercaré a verte.

Todavía recuerdo bien la última vez, los dos sentados en el brasero viendo la televisión acordándonos de las tardes que pasamos para que me enseñases los números romanos, lo bien que me salió el examen y el tiempo que hacía que no nos veíamos. Puedo enumerar y contar cada uno de los recuerdos que tengo de ti, pero no me pidas que me quede con alguno porque me pones en un aprieto. Siempre tan despreocupado, ayudando a todos, si tenías que jugarte la vida por un amigo, no dudabas en hacerlo pero siempre te salían las cosas bien, y cuando no salían tan bien, sonreías y se acababan las tonterías.

Nunca dudamos de tu temperamento, nadie, ni de tu mal humor, ni de tus enfados cuando perdía nuestro Madrid, ni de tus largos paseos en los que desaparecías durante horas y salíamos a buscarte, sí, todos, pero siempre te encontraba yo, siempre sabía tu sitio, donde íbamos a pensar los dos, donde mirábamos al cielo y admirábamos lo bonito que era aquello, pero sobretodo lo admiro ahora, los momentos impagables que necesito repetir, que necesito que me llames, que me pegues cuatro voces y no me dejes hacer lo que estoy haciendo, que perfectamente sabes que no soy yo, que este que escribe se transforma y nunca te gustó. Aprendí mucho de ti, pero nunca lo necesario para ser como tú. Nunca lo acepté, nunca quise aceptar que yo te llamaba de una manera y tú eras de otra, porque todos me lo dijeron el día que te dijimos adiós, todos y cada uno de los que estaban allí recordaron como me llamabas, de esa manera tan peculiar que nunca dejo a nadie que lo haga porque solo me sonaba bien cuando lo decías tú; todos se acordaron también de cómo te llamaba yo, que fui el primero, el que más suerte tuvo, el que más tiempo te tuvo, tu sombra. Tuve la suerte que nadie, desgraciadamente, podrá tener jamás, porque el mundo está lleno de clones, dicen que tenemos un doble en alguna parte del mundo, creo que eres la excepción que confirma la regla porque este que está aquí te jura que eres irrepetible, que nadie te llegará ni a la suela de tus botas, esas que siempre te ponías para los paseos.

El otro día, Tiger y yo volvimos allí, los dos necesitábamos ese paseo, te necesitábamos a ti, queríamos recorrer otra vez ese camino que hacíamos a diario todos los veranos, y llegamos al banco, a tu sitio, donde se me hace raro no verte. Me senté, a la izquierda, porque a la derecha solías sentarte tú, solías poner una mano en tu rodilla y la otra mano en la mía, así que te dejé el hueco, sí, estaré loco, pero se levantó viento, el perro ladró y volví a acordarme de ti. No sé qué va a ser de mí, nunca entendí por qué te fuiste. Tuviste una vida de desmadre, de un lado para otro, teniéndonos en vela noche tras noche y cuando por fin estabas tranquilo, sabíamos dónde estabas, te quisiste ir.

Cada vez que voy al pueblo, Tiger y yo hacemos ese paseo, simplemente porque lo necesitamos, porque el simple recuerdo y seguir tu camino nos hace pensar que no te has ido, que no nos podemos hacer a la idea de que la persona más importante del mundo se ha largado, sin avisar, sin dejar una nota y sin llamar. No me pienso hacer nunca a la idea hasta que estés orgulloso de mí.


Y es que en cada paseo...sabemos que estás ahí.

martes, 4 de diciembre de 2012

Brutta Vita


Despertarse en el campo, abrir los ojos en mitad de la noche bajo el sol que me despierta, solo, tumbado a ras de suelo sobre el césped, con la única compañía de las nubes, que también me dejan solo y se van. Me quedo pensativo una vez al mes, los demás días no me gusta reflexionar, pero ellas siempre provocan una sensación de extrañeza que me invade y no me deja disfrutar del día, ni de la noche.

Bueno, solo del día, porque todas esas veces me levanto con esa sensación de amnesia, sin recordar nada de lo que ha pasado y siempre tumbado en esta pradera. Pero esta vez ha sido diferente, no ha sido como esas noches que nunca recuerdo nada de lo que sucede desde que se pone el sol, esta vez sí que me acuerdo de parte de ella, de la hoguera del patio, las voces y los gritos, que habían estado precedidos por una nueva discusión, la peor de todas. Había salido a despejarme al jardín, estaba harto de llorar en casa y necesitaba salir y olvidarme de todo lo que había pasado, tenía pensado uno de esos paseos nocturnos que me hacen pensar, recorrerme todo el pueblo, casa a casa, calle a calle, recordando todo lo que me había sucedido por esos sitios, pero a partir de una mirada al cielo, mi memoria no alcanza para más, todo se vuelve oscuro hasta que he abierto los ojos.

Nada tiene sentido una vez al mes, pero esta vez es horrible, me siento vacío, sin sentimientos, sin vida me siento horrible, es la única noche que no quiero pasar por alto, la única noche que sé que no voy a tenerla a mi lado, sé que voy a morir de pena en mi ama esperando a que vuelva, sé que mi vida va a carecer de todo sentido. Esta noche no la puedo olvidar, la sangre no se me quita de la ropa, aprieto los puños y grito, no puedo aguantar el dolor, no tengo ninguna herida, no tengo ninguna enfermedad, es el dolor de la ausencia, de su ausencia, el dolor de ese sentimiento impronunciable para mí, el dolor de vacío, de la vida sin sentido. Esta noche ha sido una nueva noche de locura, de la que nunca me acordaré ni desearé acordar. Solo es una vez al mes, es mi único consuelo, simplemente…


Es la vida que escogí.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

DDR16


Un día me lo propuse, un día hace mucho tiempo. Siempre me he obsesionado con esa figura que se sienta en el banquillo, el gran estratega de este deporte, la gran figura que luego da la cara, y ahí, indiscutiblemente mi corazón está ocupado por mi idolatrado tocayo, mi José. Pero me pregunto por qué siempre le he dado más importancia a esa figura que se come la cabeza y pone la mejor puesta de escena en el mejor escenario posible y no a los verdaderos actores. Y después de años de reflexión he llegado a  la conclusión de que nadie había llamado la atención, la actuación de ninguno de esos maravillosos actores me ha llamado nunca tanto la atención. Solo tengo 16 años y he visto mucho fútbol gracias a Dios y he disfrutado como el primero de cada partida, desde el Real Madrid de Vicente Del Bosque, hasta el de José Mourinho, pasando por el Barcelona de Guardiola , el A.C. Milán de Ancelotti y Kaka’, el Manchester United de Cristiano Ronaldo y el incansable Ferguson y la mejor selección de la historia, la selección española bicampeona de Europa y Campeona del Mundo.
Por mi retina han pasado maravillosas jugadas, regates, paradas goles, y todos están ahora almacenados en mi memoria, desde el gol maradoniano de Messi al Getafe  hasta el gol de Iniesta de mi vida a Stekelenburg en Johannesburgo. Puedo nombrar a miles de millones de jugadores; Beckam, Van Nistelrooy, Baptista, Iniesta, Xavi, Messi, Ramos, Iker, Totti, Del Piero, Rooney, Van Persie, Cavani, Maldini, Ronaldo, Figo, Zidane, y así puedo rellenar folios y folios de jugadores que destacan sobre el resto, de fueras de serie.  Todos ellos han sido, son y serán iconos para mí, pero entre ellos destaca uno que no he nombrado, uno que me reservo para el final.


Un centrocampista nacido en Roma, Italia, el 24 de Julio de 1983, un gialorosso que viste con el número 16. Un jugador polivalente y con clase donde los haya, una verdadera figura sobre el campo.  El verdadero gladiador capaz de levantar  al mismísimo Coliseo romano y que coreen su nombre, alguien que ha sonado para los mejores equipos de Europa pero demuestra año tras año que el amor por un escudo es más fuerte que el dinero.


Esa diestra privilegiada queme enamoró una noche en el Santiago Bernabéu a pesar de que esa diestra eliminó al equipo de mi corazón, una diestra con un golpeo envidiable capaz de batir al gran Buffon desde 40 metros. Una cabeza capaz de dirigir el escadrón romano camino de una nueva victoria y rematar todo lo rematable, unos pases prodigiosos que descolocan cualquier defensa. Poco son las ligas y supercopa que has ganado, y un más que merecido mundial con nuestra querida Azurra.Elegancia pura y dura.



No sé como acabar, creo que te podría haber descrito mejor pero eso sería destapar tu verdadera magia. Creo que solo puedo darte las gracias por cada minuto de fútbol que me regalas.


Daniele De Rossi grazie, tu sei il migliore posiamo dare un calcio kondo, grazie pero ogni giocco, go, gol, macanza, la rabbia, tutto, you rock, tu sei il mio idolo.

 TI AMO DANIELE. DDR16


sábado, 17 de noviembre de 2012

Vivere non mentire


Si yo no pido la Luna, no veo justo que se me exija a mí. La vida no es sino una acumulación de mentiras, mentiras que tapan a otras, y son esas tapadas las que se convierten en verdades, verdades olvidadas.
Puede  que el romanticismo no sea lo mío, puede que no sepa describir lo que siento sin ser tan sincero que asuste, puede que no se me de bien ese verbo tan famoso que empieza por ‘’a’’ y termina en ‘’mar’’. Pero yo también me he creído las mentiras de mi vida, mentiras que no eran mías, mentiras que al fin y al cabo me han beneficiado. Puede que vivir sea una gran mentira, que todo sea un sueño y al morir despertemos, o puede que no, que cuando cerremos por última vez los ojos se acabe todo, se acabe la mentira de nuestra vida y nos convirtamos en una verdad olvidada más.

¿Qué sentido tiene toda esta mentira?, ¿para qué engañarnos?
Hay personas que viven mejor engañadas, porque la verdad duele más de lo que pensamos y no estamos preparados para afrontarla, porque cuando llega una persona sincera a tu vida, ya supone un problema. Porque todos preferimos quedarnos con ese chaval apuesto vestido de verde que nunca crece, ese que vuela gracias a los polvos de hadas y nos lleva a rincones desconocidos. Le preferimos él antes que al atisbo de cordura, alguien que ha sabido sufrir, que no tiene una mano, que simplemente quiere hacer su propia historia, que quiere una normalidad fuera de la fantasía, fuera de los libros de Cortázar, bajarte de las nubes y enseñarte el verdadero mundo que tienes a tus pies, ese mundo que dominas pero que tanto miedo te provoca. Pero claro, todo lo que se salga de la gran y maravillosa mentira que es la vida, debe ser malo.
Y esto no es sino volver a engañarnos, esta es la gran verdad olvidada que solo reconocemos durante unos segundos, esos segundos en los que sabemos que se acaba la mentira, en los que sabemos que no hemos sido lo que queríamos ser, que hemos estado escondidos durante todo ese tiempo, sea el que sea, unos mucho y otros poco, pero el que manda es el de arriba, si es que existe.

La última verdad, la única verdad, la breve verdad, hay tantos y tantos adjetivos que podemos añadirle y por desgracia, todos indican ese final desastroso que precipita con el fin. En ese momento nos damos cuenta de que vamos a volar, a llegar a esos rincones desconocidos, pero eso ya lo hemos hecho antes, esa mentira, que ahora, tras cerrar los ojos por última vez, se convierte en verdad, ha sido nuestra vida, nuestra vida ha sido igual que nuestra muerte, que hemos nacido muertos, que no hemos vivido la vida, que hemos vivido una mentira que ha desembocado en nuestra muerte.





 Nos damos cuenta de que mentir, no es vivir.

martes, 13 de noviembre de 2012

Sempre é


Pintaba como una mañana tranquila, el Sol se levantaba de nuevo e iluminaba toda la ciudad, Udine siempre ha sido preciosa a la luz del Sol, pero no tanto a la luz de la Luna. Las nubes empezaban a desaparecer y el dios estival sonreía a todos los habitantes de esa mágica ciudad, precisamente a los mismos que sonrió el día anterior, bueno, a todos menos a uno, y si concretamos más, a una. El Sol iluminaba el centro de la Piazza Primo Maggio, que brillaba con más fuerza que nunca pero con menos alegría, el centro de la fuente estaba teñido de rojo, el agua ya no era cristalina, y el cadáver de Simonetta yacía dentro de ella.
Nadie la había visto la noche anterior, nadie supo donde se dirigía a toda prisa después del trabajo, desde las 16:15, Simonetta ya estaba muerta para la ciudad de Udine. Como en todas las ciudades, la variedad de habitantes es inmensa, al igual que su número y Simonetta no era precisamente de esos personajes estrambóticos que destacase por su forma de ser, sus vestimentas o sus amistades, ni si quiera era muy conocida en la ciudad, hasta ese día.

 Dicen que las noches de Udine son las más peligrosas de Italia, que la Luna suele dar una vuelta buscando almas perdidas por las calles de su ciudad favorita. Sus compañeros dicen que salió tan rápido del trabajo, que Simonetta se dejó hasta las llaves de casa en la oficina, pero nadie supo por qué. Los más cercanos a ella dijeron que llevaba unos días un tanto inquieta, pero nada más fuera de lo normal.
El cadáver tan solo presentaba una herida de bala en la cabeza, exactamente, la bala, encontrada hundida en la fuente, era de calibre 45 ACP, pero eso no aclaraba mucho el asesinato, pero sí la nota que ella llevaba en la mano derecha, un papel doblado y mojado que decía: ‘’ Alma perdida’’.

Las hipótesis siguen sobrevolando todavía por las cabezas de los policías, pero todo lleva a lo mismo, la Leyenda de la Luna, esa estúpida historia que se le cuenta a los niños pequeños para que se duerman.
Sigo dándole vueltas al caso, no soy capaz de quitármelo de la cabeza, ni si quiera puedo dormir sabiendo que la Luna pudo ser la asesina. Pero he decidido volver a dormir, cosa que no he hecho desde que me asignaron el caso. Pero mis ojos tienden a cerrarse más cada noche.

-  ¿Qué hago aquí? Estoy…en la Piazza Primo Maggio y… esa que viene corriendo es… ¿Simonetta?
-          -  ¡Simonetta! – le grito, pero no me oye.
Está viniendo a un hombre, así que voy a esconderme para que nadie me vea y a escuchar la conversación:
-          -  Francesco, por fin estás aquí.
-          -  Simonetta…
-          -  ¿Qué ocurre?
-          -  Se acabó, estoy harto de todo esto, de este mundo de mierda, estoy harto de ti y de tus manías, de tener que vernos a escondidas, que seas lo más oscuro de la ciudad luminosa, no puedo.
-         -   Pero…
-         -   Me quitas vida, Simonetta, me voy…
Se aleja el hombre y Simonetta se arrodilla en el suelo y rompe a llorar, las hojas de los árboles empiezan a caer y se oye una voz:
-          Te avisé.
Entre las hojas, Simonetta coge una nota, no sé que es lo que pone pero ella se va al centro de la fuente…La…La Luna…está bajando, pero… ¿Qué hace?
-         -   Y como cuenta la leyenda, el alma perdida se situó en el centro de la plaza, su rostro quedó perplejo, su corazón latió por última vez aunque ya estaba roto y su alma…voló.
Eran las palabras finales del cuento, la Luna está narrando su propia historia.
-          -  ¡PUM!
Un disparo, y la sangre de Simonetta tiñó el agua de rojo. Y acabo de despertarme en mi cama, y todo está tal y como lo dejé.
Llego al trabajo y...
-          -  ¿A Simonetta la mató la Luna?
-          -  Eso creímos, eso creí, pero la mató el de siempre…



...El amor...





domingo, 11 de noviembre de 2012

L


Llevo desde verano buscando entre las estanterías de mi biblioteca un libro, una frase, una palabra; entre todos mis CDs también busco alguna canción, algo que te describa algo que me diga’’ esta es’’.

No puedo describirlo, no porque no me haya estudiado la lección o no me haya leído el manual de instrucciones, sino porque no sé, simplemente no sé, no me lo han enseñado y solo sé que es muy difícil de aprender. Quisiera encontrar esa manera de decirte que te quiero, esa manera de decírtelo al oído y susurrarte todo lo que siento, dirás: ’’Será el momento, no la manera, ¿no?’’ Pues no, la manera, porque decírtelo así sería como si te llevo al cine a ver una película y tengo que susurrarte para pedirte palomitas y no molestar a nadie, decírtelo así digamos que sería muy fácil y con pocas probabilidades de éxito.
¿El momento? No voy a pensar en el momento porque creo que me pondría nervioso y no me atrevería a hacerlo, y no me gusta seguir guiones si planificar mi vida, prefiero improvisar.

No lo entiendo, si ves mi historial, corrijo: mi largo historial, puedes llegar a pensar lo que piensan todos en general ese cuento de que voy destrozando corazones allá por donde piso, que no tengo sentimientos  y soy el malo malísimo de todos los cuentos.

No lo entiendo, en tan poco tiempo no es normal, no es un flechazo, no llega a eso pero no puede ser, no me gusta pensarlo ni decirlo pero no soy capaz de guardármelo. No voy a decir esas ñoñerías de que quiero despertarme en tu cama ni cosas así. Simplemente busco ese momento de susurrarte al oído lo que todavía no he dicho, lo que todavía me guardo, digamos que la traca final. Pero para hacerlo, necesito saber expresarme, necesito la canción, la frase, necesito algo que me ayude a decirlo.
Y después de tanto buscar, pensar y sentir y sobretodo escribir sin sentido, creo que encontré una palabra, sí…



Tu nombre, esa es la palabra, tu nombre, que por algo te lo pusieron.

lunes, 29 de octubre de 2012

# 17. IRMÃO


Intento recordar un momento clave, una canción, una frase, un cubata, un lugar, una escena, cualquier cosa individual que pueda más o menos representar lo que parece que es y va a ser eterno, pero precisamente por eso por nuestra eternidad, no puedo quedarme con una sola cosa. Porque son demasiados momentos, escenas, canciones y cubatas a tu lado, son muchas charlas de fútbol y de lo que no es precisamente fútbol. Me haces ver el mundo de otra manera, de una manera…loca, sí, esa es la palabra, loca como tú. 

Esas manías de dar 12 pasos hacia un lado y agacharte, para poder ver la verdadera esencia del fútbol, esa manía de pegar botes y saltar como un loco por la calle, o la de no mirar cuando das un pase, o la de apuntar mal cuando…en fin. Son tantos y tantos recuerdos, que no sería capaz de escribirlos todos, podría decir lo que pasó, así sin más, pero no podré escribir lo que sentí en ese momento porque me parece indescriptible.

Y ya son 17, tío, que parecen más, o menos dependiendo de cómo lo miremos. Que te me estás haciendo viejo ya. Te cuesta agacharte cuando estás en San Mamés,  y lo de las ruedas de prensa…que te mueres allí hablando, que das u portazo y se caen 50 pinos.

Pero si me dejo de metáforas, me puedo acordar de estos 3 años que llevo compartiendo contigo, este barco a la deriva que todos pensaban que estaba destinado a hundirse, y los que se hunden son ellos de tanto desearlo. Solo son 3, y por eso reitero la eternidad, porque benditos 3, que se me han hecho eternos, y los que quedan serán más eternos todavía.

 Que nos queda muchísimo por vivir, y aunque yo me vaya pa Madrid, y son remordimientos, y tú no sepas donde te vas, una llamadita de vez en cuando no va a faltar nunca, porque sé que la necesitaré, un partidito, una fiesta. Parece una puta despedida y es tu cumple, joder. Que queda mucho, chaval, que eres muy grande y que nadie te lo quite nunca de la cabeza, que eres muy especial para mí, y supongo que para más gente, pero para mi siempre eres un motivo para salir a la calle, para sonreír, para darte un señor abrazo que te mereces cada vez que te veo, y alguna que otra hostia, pero eso es lo de menos. Que nos queda mucho juntos, y no sé si tú querrás, pero yo sí, y con muchas fuerzas además. Que no eres cualquiera, que vienes de la selva y eres de lo mejor que me ha pasado en la vida, que se nota que eres un madridista disfrazado de esos que digo yo de vez en cuando. 



Que no se como acabar, decirte que FELICIDADES¡¡ QUE ES TU CUMPLEAÑOS, QUE SON 17 Y TE QUEDAN MUCHOS MÁS (SI TE DEJA LA DROGA) Y QUE TODOS VAN A SER A MI LADO POR MUCHO QUE TE EMPEÑES EN LO CONTRARIO. Y POR ÚLTIMO, GRACIAS, AUNQUE SIRVA DE POCO. TE QUIERO IRMÃO.




HABRÁ MILES DE RECUERDOS COMO ESTE, INOLVIDABLES TAMBIÉN PERO SIEMPRE MEJORES. FELICIDADEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES¡¡¡¡ 17

Esto se escapa del alcance de los números.


Me quedé dormido debajo de un árbol, cual Newton, pensando en la distancia que puede haber de aquí al cielo; pero no al cielo de arriba sino al cielo subjetivo al que no necesariamente llegamos al morir sino al obtener los placeres de la vida.

En mi pecho descansaba mi libro de física, y sobre el suelo el de matemáticas, llevaba 3 días durmiendo al debajo de ese árbol leyendo palabra por palabra lo que venía en el libro, y releyéndolo por si se me escapaba alguna fórmula que me ayudase. Pero me he rendido y he dejado los libros allí, vengo por el camino más largo a casa, sin nada, ni si quiera los saqueadores podrán robarme por el camino, soy tan desdichado que no tengo nada, ni dinero, ni comida, ni agua y lo peor de todo, ni respuestas. Siempre me he hecho esa pregunta, cada noche soñaba que cogía mi carro de caballos y recorría distancias larguísimas, traspasaba límites insospechables y tras un viaje eterno, llegaba, ya viejo a mi cielo, no el del vecino, al mío. Pero todo se quedaba al lado de la almohada.

Estoy a 3 pasos de casa y no me atrevo a entrar, no quiero verme otra vez en la soledad con la duda. Pero pienso en el anciano que vi por el camino, era ciego, cojo, lisiado, pobre, iba con su mujer y sus hijas camino de la ciudad y presumía: ‘’Esto es como estar en el cielo’’
¿Por qué diría eso? Con todo lo que le pasaba, ¿el cielo? Pero no es el único desdichado al que se lo he oído, y pensé que tal vez todo sea culpa mía, que mi felicidad no dependa sino de mi manera de ver el mundo, de las personas que me rodeen y como me sienta con ellas.

Voy a armarme de valor, creo que ya sé de qué va esta historia, que ya entiendo como la escribes. Creo que he encontrado la respuesta y voy a por todas.
Voy a su casa, voy a ver como está, saludarla, besarla, creo que este es solo el principio.
La puerta está abierta…


-          ¿Hola? ¿El cielo, verdad?

Hook


No me quiero callar, aprendí a base de palos, como a los perros, tal vez no lo fuese en el momento en el que me los dieron, y por eso me toca serlo ahora.
Puede que sea muy cruel, puede que solo se vea maldad en mí, pero son tantas las veces que he oído eso, que lo raro será que algún día me digan lo contrario.
Pienso constantemente en lo que hago, y no me arrepiento, una vez más pensarás que soy perverso, pero ¿para qué arrepentirme si acepté las consecuencias? No vengo de otro planeta, no soy hijo de Ares, ni el demonio se personificó en mí el día que nací, de hecho fue Nochebuena, todo lo contrario, no soy nadie. Hay tanta gente en el mundo, que soy uno más, un ente más en la faz de la Tierra que lucha por ser alguien en la vida, cosa que pocos han conseguido Algunos destacan en lo bueno, o se les sobreprotege, y otros en lo malo, se mira con lupa todo lo que hacen y no se les permite dar un paso sin ninguna clase de aviso sobre las consecuencias den sus actos; y creo que de lo primero tengo poco.
¿No puedo ser así? Con todo el mundo he pasado momentos buenos y momentos malos, y siempre me he mantenido siendo el malo malísimo de siempre, pero claro, cuando nos conviene lo soy, cuando no, soy un santurrón. Es como un matrimonio, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, y si una de esas condiciones no se acepta, puerta. Porque al igual que se me aguanta a mí, aguanto yo. Los caprichos, enfados, cabreos, paranoias y gilipolleces de los demás también las escucho.
¿No puedo ser así? No puedo ser directo y sincero, en este mundo a todos les va disfrazar la verdad. Madridistas disfrazados los llamó mi tocayo José. No me gusta disfrazar la verdad, porque la verdad duele, y para presumir hay que sufrir. La verdad es lo más bonito y doloroso que te podrá llegar a decir una persona, y tal vez quien más te quiera sea quien más te haga sufrir.
¿No puedo ser así? No me gusta ir detrás de los demás, no me gusta seguir una fila hasta clase. ¿Rebelde sin causa? No nos pasemos. Pero no me gusta la rutina, me gusta romperla, correr, bailar, gritar, todo eso justo cuando no hay que hacerlo, pero visto lo visto, mejor sentarse.
¿No puedo ser así? No necesito demostrar a nadie quien soy más que a mí mismo, porque  si no me quiero yo primero, no me va a querer nadie. Si me considero una mierda, los demás lo harán más que yo. Me gusta la práctica más que la teoría, me gusta escribir y vivir lo que escribo.
¿No puedo ser así? Tengo sentimientos, en el fondo de toda la maldad existente dentro de mí. Hay una cosa roja con la que nací que un día usé y no he vuelto a saber de él. Soy frío, lo sé pero no voy a dejar de serlo para que me congelen de nuevo.

Son tantas veces las que me lo tengo que preguntar, no dudo de mí mismo sino de los demás. De su capacidad de aceptación, primero han de aceptarse a sí mismos, luego vivir su vida y después preocuparse por los que más quieren. Pero a mí, solo me quieren unos pocos, justo los que necesito.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Ísimo


La noche vuelve a ser la mayor pista de baile jamás  conocida.
Aumentan mis ganas de volver a ser lo que antes era.
Un solo recuerdo puede hacerme volar a donde me plazca en cualquier momento.
Rotas todas las barreras, el mundo es únicamente mío.
Inútiles son los esfuerzos de aquellos ilusos que se empeñan en lo contrario.
Tontos y necios son si piensan que voy a dejarme ganar.
A lo mejor necesitan aprender una lección.
Ya vale de frases cortas, ya vale de pequeñas enseñanzas escritas en una hoja de papel que o se mojó tras la tormenta, o se quemó tras el incendio.
A veces las cosas que pienso que son más insignificantes, las que más me cansan, son las que me hacen abrir los ojos y ver lo que realmente esconde este mundo tan sensible. Copias, simples copias imperfectas de lo que habéis sido antaño, y yo…Lo mismo.
¿Dónde quedó la Alemania del Káiser y la Francia de Luis XVII?, ¿Dónde están ahora los niños perdidos,  Peter Pan y el Capitán Garfio? Vuelvo a ser una bomba de relojería, sí, ahora, en la etapa más difícil de mi vida, en la peor parte de todas, vuelvo a ser el que era, el que siempre he sido, el malo de toda película.
El problema no es que me olvidase de serlo, el problema es que nunca he dejado de serlo. Todos los caminos llevan a Roma y todos los líos acaban siendo mi culpa, me encanta poder tener esa pequeña comparación con el paraíso. He cometido errores, innumerables errores durante una vida muy corta todavía para ser plasmada en papel. Me queda muchísimo por vivir, y muchísimos errores más por cometer. Pero podría decirse que estaba encerrado, reprimido, metido en una caverna observando una realidad falsa, estando ciego ante lo que en realidad me rodeaba. Se puede decir que algo me ha recordado lo maravilloso que era ser un cabronazo, un borde, chulo y prepotente, se puede decir que me ha recordado algo que había olvidado hace mucho tiempo, algo que ahogué en insuficientes lágrimas. Ese golpe de efecto que hace que tu mundo de vueltas y tu vida sea perfecta  y tal y como querías que fuese.
Es indescriptible, es un sentimiento lleno de sensaciones, y la principal es la de estar vivo, la de ser alguien, vuelvo a ser yo, con mi inseparable –ísimo detrás.


Primera letra, 5 lineas.

lunes, 8 de octubre de 2012

Nearly free


Parece que estas cuatro paredes no pueden aguantarme, estos cuatro espejos que me rodean están a punto de romperse, no por mi más que dudosa belleza, pero sí por lo que esconden.

Me encerraron aquí con el simple objetivo de que mi rabia y las consecuencias de esta no saliesen de la habitación, y mucho menos yo. Todo por el error más tonto del mundo, por creerme capaz de algo imposible, por creer que iba a salir todo bien por una vez, por no seguir el guion de la historia jamás contada.

Todos cambiamos, continuamente, nos movemos, crecemos, maduramos…Bueno, esto último no todos. Pero no podemos ser iguales, no sabemos ser iguales. ¿Por qué no puede el lobo irse tranquilo sin molestar a caperucita?, ¿por qué la manzana era roja y no verde?, ¿por qué a Don Quijote se le llamaba loco por vivir sus sueños?

Me he salido de la fila, soy culpable, no voy a negar la mayor evidencia jamás contada, pero no voy a conformarme con esta condena.  Los espejos están empezando a romperse, ¿qué les pasa? Por una mísera vez, decidí que sabía lo que quería, que me tocaba asentar la cabeza y estarme quieto por una vez, pero eso conllevaba romper las reglas. He hecho lo que sentía y no se me puede reprochar nada.
Nunca me ha gustado la monotonía en la que se cimienta el mundo que me rodea, imponiendo la ley del más fuerte, dejando rastros con jugadas sin acabar, no me gusta el mundo en el que vivo y por eso  se me odia, por querer cambiarlo.

Y un día, sin avisar y sin juicio previo, se presentaron los guardias reales en la puerta de mi casa, y con la escusa de que las órdenes llegaban de arriba, me encerraron en esta cárcel, esta habitación en cuya puerta pone: ‘’Prohibido enamorarse’’

Para que todo aquel que venga a verme sepa que un día viví fuera de aquí, que un día la piedra fue diamante, que los ojos azules brillaban por una sola razón; que era única, inconfundible, que era la envidia de todas las demás, la que más bonita llegó al baile, la más elegante, la más amable. Sus ojos eran dos farolillos que me alumbraban en el camino oscuro hacia su corazón, hacia el verdadero objetivo, porque es innegable que me enamoré de aquella muchacha rubia, de ojos verdes únicos en el reino, de figura despampanante, de sentimientos más puros que el agua. Pero lo mejor de todo fue saber que ella sentía lo mismo, pero tarde.

Ella lo siente ahora, ahora que el que manda es el de arriba, el de fuera, y yo aquí encerrado, no me dejan sentir, no me dejan salir, no me dejan sufrir por mucho que esté acostumbrado a hacerlo. Parece que no existo, que la apariencia me ha ganado la partida y que la maldad ha invadido mi reino, que el malo malísimo de todos los cuentos que nos contaban ha interpretado mal mi mensaje; él también quiere cambiar la historia, pero el final debe seguir siendo feliz, o al menos eso creo. ¿Por qué se ve la luz allí? El espejo se ha roto, la pared está cayendo poco a poco, parece que no piensa, que siente, que padece y quiere dejarme salir, y a este ritmo, creo que será dentro de poco.


Porque estoy empezando a latir.

miércoles, 3 de octubre de 2012

The Only One


Una de esas noches en las que la música me traiciona y se vuelve triste y lenta; una de esas noches preciosas, con su cielo negro plagado de estrellas y la luna llena, más grande que nunca, la misma luna que me quedé mirando porque decían que me volvería loco, la misma que brilla cada noche cuando la miro desde mi ventana, la que no miro yo solo, pero sé que solo yo puedo bajarla cuando quiera.

La luna nunca cambia, pero sí el lugar desde donde la miro, la compañía, cambia mi ropa, mis sentimientos, pero yo no lo hago.  La luna y yo somos muy parecidos, la noche es nuestro momento y nos mire quien nos mire, nos hablen como nos hablen y hagan lo que hagan, ni ella cambia un cráter, ni yo mi parecer.
Pero cuando el Sol sale, ella desaparece, es su debilidad, no es odio, pero no puede verle.

Y  cuando sus ojos me miran, yo me ruborizo.  Porque todo lo que he escrito antes, puedo considerarlo pasado, y mi pasado es una base, pero no soy yo. Porque no soy la aglomeración de todos mis errores, simplemente aprendí de ellos y punto. No soy todo lo bueno que hago, pero sí me sirve para ser alguien en este mundo tan…diverso.

Pero en la misma noche que me describo todo cambia. Porque una sola persona, dos ojos, una nariz, una voz y unos labios, lo más simple de este mundo, pueden cambiar el mío.
El problema es la diferencia, esa forma de comportarnos tan diferente y tan parecida a la vez, esa manera de darle vueltas a las cosas que me preocupa tanto y esa manera de derrumbar mi mundo con un PING.

Las personas son únicas sobre la faz de la tierra, por mucho que algunos quieran que todos sigamos un canon y el mundo sea más aburrido que el parchís. Pero creo que esa teoría de que en algún lugar del mundo existe un doble nuestro, se va a la mierda cuando levanto los ojos y veo esa cara. Porque es una creación tan perfecta que es imposible repetirla, porque esos cabellos rubios son más largos que el Nilo y más caudalosos que el Ebro; esos ojos azules hacen que el cielo se vuelva verde porque de nada le sirve imitar su color; esos labios tan perfectos cuando pronuncian mi nombre, cuando se funden con los míos, ese sueño hecho realidad.

El corazón no me cabe en el pecho y mi escudo me arde por compartir o superar su amor, porque sé que nada es imposible…


Porque sé que como tú no hay dos.



domingo, 23 de septiembre de 2012

Good night


Era uno de esos días en los que no me apetecía levantarme de la cama.
Era uno de esos días en los que tenía las sábanas pegadas.
Era…uno de esos días.
Estaba lloviendo, no había subido la persiana, ni me había asomado al balcón, pero se oía el ruido de las gotas caer. No fue uno de mis mejores días, las ganas de levantarme eran directamente proporcionales a mis ganas de vivir.

No había dormido en toda la noche, no paraba de dar vueltas por casa, no podía encontrar ese sueño de cada noche que me separaba del mundo real por unas horas.
Las voces de la calle me mantenían en vela, el tráfico alrededor del Coliseo era demasiado ruidoso, los coches, los gritos, las risas, ¿o sería la envidia? Pero no fui capaz de pegar ojo.
Pero el peor motivo de todos fue ella, esa asquerosa discusión que tuvimos 2 días antes. Los celos y mi desconfianza me habían traicionado otra vez, comencé mi propia caza de brujas como si fuese el mismísimo Scooby Doo y Misterios S.A.

Pero una vez más, me equivoqué; resulta que me quería y todas esas ñoñerías que ignoro, las cosas bonitas que ni digo ni hago, esas cosas que me impide comprender mi carácter de piedra.
No podía vivir, no podía dormir, no podía realizar ningún verbo de la tercera conjugación sin ella, mi vida carecía de sentido y esa noche, vinieron a visitarme todos esos fantasmas del pasado que tanto odiaba.
Cada vez que cerraba los ojos aparecía uno nuevo para recordarme lo mal que lo había pasado, y al final de cada imagen salía ella llorando, por mi culpa.

Lloré toda la noche hasta que decidí ver la televisión y tomar un vaso de ginebra. Pero cuando iba a encenderla, sonó el teléfono :
-        -  ¿Sí?
-         - Abre la puerta.
Abrí la puerta de casa y ahí estaba ella, con los ojos rojos de llorar:
-         - Hola
-          -Hola
-          -Te quiero
En ese momento me lancé a darle el mejor beso que jamás he dado, el que mas sentimiento tenía, la quería…Yo…


La quiero.



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Always


Puedo vivir en Roma, la ciudad eterna, el paraíso terrenal donde todos los sueños se hacen realidad, hasta los de las personas que menos lo merecen, puedo moverme del Coliseo al Stadio Olímpico (se escribe así, no es error mío, mi italiano me puede). Puedo entrenar al equipo de mis sueños, y ese es el Real Madrid, o la A.S. Roma, puedo trabajar al lado de los más grandes, un tal José Mourinho y otro que se llama Daniele De Rossi.

Mi pelo puede ser más rubio este verano, mis ojos pueden ser azules un día y verdes otro, puede que un día quieras verlos y otros robármelos. Puedo crecer, puedo volar, pero siempre seré un pequeño Peter Pan que quiere ser el Capitán Garfio.

Puedo ser tu mejor amigo o tu peor enemigo, en cuestión de segundos, tu sombra o el Sol que te ciega. Soy un demonio, lo tengo asimilado, soy la peor persona sobre la faz de la tierra, pero soy un demonio que a veces se disfraza de angelito.

Pero sea lo que sea, te lo tomes como te lo tomes…


Siempre seré Mourinhisimo.

La avaricia te quitó de tu trono


Nadie sabía lo que le esperaba a la gente de Lostbrook, la guerra había terminado; una guerra que había durado 300 años, una guerra lejana, tan lejana que no se conocía el vencedor por aquellas tierras.
Lostbrook era una isla perdida, de esas que aparecen en mitad del océano en los mapas, de esas islas maravillosas y paradisíacas. No participó en la guerra, ¿para qué? Fuese quien fuese el vencedor, iban a cobrarse vidas inocentes, como todas las guerras.

Pero la incertidumbre reinaba las mentes del país, y las noticias escaseaban. El nerviosismo se notaba en las caras desde que los tambores dejaron de sonar y los disparos dejaron de retumbar. La reina Andrómeda no salió de su castillo desde el inicio de la guerra, ni si quiera para dar al pueblo un mensaje tranquilizador, ni si quiera para asistir a cualquier acto diplomático. Su actitud dividía al pueblo; se decía que los dioses enviarían de la tierra de las guerras a un mensajero, alguien que se casaría con la reina, un rey para Lostbrook que rompería la dinastía de mujeres que se sucedían en el trono.
Las estatuas de los dioses eran derribadas, el pueblo se sublevaba y su reina no daba la cara ante los pocos que defendían su corona, se dedicaba a esperar y esperar a que ese mensajero llegase por obra divina.
Pero ese mensajero no sería el único hombre que pasaría por la cama de la reina, pocos sabían que le guerra favorecía a al absolutismo de Andrómeda, el miedo de la población, el terror a salir al exterior, el miedo reforzaba su poder.

El trono…bueno, es otra historia…El trono de hierro era el mayor de todos los tronos, el más ansiado por todos, y la reina Andrómeda ocupaba dicho trono, el que otorgaba a su dueño el poder de trasladar su reino donde quisiese, y por eso Andrómeda alejó Lostbrook de la tierra de las guerras.
Los poderes de la reina se incrementaban y cada intento de un hombre por arrebatárselo fracasaba, Davy Jones, Barba Negra, Perseo, Efesto y una larga lista de hombres habían intentado ocupar el trono, pero los encantos de la reina Andrómeda eran demasiado…¿cómo decirlo?...Fuertes como para pasar por alto.
La reina Andrómeda, hija de semidioses, era una mujer alta, con cabellos largos, de oro, y unos ojos que encendían el corazón mas apagado del universo; ningún hombre que viese a la reina no quedaba fascinado.
Un día de tormenta, un barco extranjero que huía de la tierra de las guerras encalló en el puerto de Lostbrook. Solo hubo un único superviviente que fue atendido inmediatamente por los servicios médicos reales, mandados por la reina en cuanto conoció la noticia.
El barco llevaba el escudo de la casa Leyton, una casa que siempre tuvo sus más y sus menos con la dinastía de Lostbrook, pero la reina pasó ese detalle por alto dado que solo ansiaba las noticias que el viajero podía traer sobre la guerra.

Su nombre era Ajax, era el heredero de la casa Leyton y su barco había zarpado hace semanas en busca de nuevos territorios; dijo.
La reina exigió su presencia en la sala del trono, donde a duras penas llegó andando desde sus aposentos. Tras una larga charla, la reina cometió su primer error, dejarle marchar.
Ajax se dirigió al pueblo, donde explicó al pueblo su historia, su procedencia y su verdadero objetivo y no la mentira que le contó a la reina de que había rechazado su apellido para salir de sus tierras.
Paso el tiempo y la reina no preguntó nada sobre la guerra, debido a que cometió el segundo y peor error, se enamoró locamente de Ajax. Ante esta oportunidad, Ajax  no dudó en tomar su mano en matrimonio. Pasados los años, la reina Andrómeda dio a luz a un hijo, pero en el parto se debilitó, sus poderes descendieron y mediante el niño crecía, ella envejecía.
Una noche, las fuerzas de la oposición a la reina asaltaron palacio, la reina se levantó y se dispuso a huir con su marido y con su hijo de ya 16 años, pero no podía salir de palacio.
Su marido estaba de cacería y no volvería en 3 días, o eso pensó, porque en ese momento, Ajax abrió la puerta y cuando la reina se dispuso a abrazarlo, él dijo: ‘’Se acabó tu tiempo, Andrómeda’’ Y cortó la cabeza de su mujer.
El heredero de los Leyton nunca renunció a su apellido, ellos ganaron la Gran Guerra y ahora, en el trono de hierro, devolvería a Lostbrook  al lugar donde se merecía…


Capital del reino.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Binomio de vuelta a la realidad


El sonido se aleja, la fiesta se acaba, esto se termina. Ya no hay más fiesta, el alcohol se guarda para las ocasiones importantes, las sonrisas se esconden entre los papeles y no damos con la ecuación de la salvación.

Nuestra vida deja de ser el binomio perfecto que era, no nos queda otra que ceñirnos a la rutina que abandonamos allá por junio, la del despertador a las 7:26 am, la de estar sentado hora tras hora en una silla atendiendo a un profesor que quiere ganarse su sueldo y lo hace lo mejor que puede. Este año acabamos en abril, nos follan en mayo y nuestro futuro se decide en junio. No voy a hablar del épico verano que voy a pasar rodeado de mis amigos en la playa o donde sea, porque lo que hará grande ese verano y ha hecho grande este son ellos. No voy a dar todos los nombres del tirón porque son muy pocos y algunos que se incluirían en la lista no lo están; pero eso ya no es culpa mía.

Creo que este verano será recordado, como todos, por las peleas, las risas, los desfases, y las tajadas; un verano para no olvidar nunca.  Un verano en el que he trabajado de acosador, detrás de una princesa que fue orco; he visto que hasta las princesas pueden ser orcos y que no me viene mal golfear de vez en cuando.
Ha un verano muy movidito, el verano del TACATÁ, como olvidar esa canción. Pero ni la canción, ni el verano, ni los sucesos de este se me van a olvidar nunca. Como tampoco puedo olvidar que me tengo que levantar temprano para empezar mi nueva rutina, espero tener mejor comienzo que el Madrid y mejor final que el Barcelona; pero la vida es cuestión de ecuaciones, de fórmulas, de números.


Nunca te olvidaré, verano de 2012.



TACATABRO
ATACA YO EL MÍO TAMBIÉN





miércoles, 12 de septiembre de 2012

Con lo poco que queda...


Que poco nos queda, que rápido ha pasado todo. Dentro de nada nos vemos en esas sillas verdes donde nos toca pasar los peores mese de nuestras vidas.
Se acabó el tacatá, la Eurocopa, el calvo; el calor se apaga, las hojas empiezan a caer y a partir de ahora habrá que preocuparse por cosas serias.
Voy a despejarme, voy a dejar los malos rollos a un lado, echa pallá, tó lo malo echa pallá; sigamos e ritmo de Pitbull. No me voy a molestar en irme al circo, pero a más de una le dan miedo los payasos y está con el peor de todos, porque no tiene gracia.

Me parece que me quedan 4 días, 4 días de vida, de verano, de descanso, y quiero que sean los mejores del verano que termina, así que volveré a mi filosofía de siempre, a mirar hacia delante y poco hacia los lados, a saltar y derribar obstáculos.
Creo que lo poco de vida que me queda, todo esto es irónico; aunque más de uno quiera librarse de mí, os va a costar; voy a disfrutarlo al lado de quien se lo merece.


Dejémonos de payasadas.

sábado, 8 de septiembre de 2012

¿Cuánto tiempo? (Tic, toc)


Vino de repente en un verano, dejó caer sus ojos verdes sobre mi campo de visión, su mirada atravesó mi corazón, como hizo la flecha de Cupido, menos mal que disparó dos veces.

Pero me parece totalmente injusto, porque desde un invierno un tanto complicado para más de uno, no he vuelto a dar con ese flechazo que te hace pensar ‘’Para’’.

Dicen todos los cuentos, todas las historias, esas leyendas que pasan de boca en boca, de generación en generación, esas paparruchas como las llamo yo, dicen que solo sucede una vez, que es único e inigualable, que es la mayor fuerza que existe en el mundo; y lo peor de todo, que por esa regla, no lo encontraré jamás.
He buscado por todos lados, dentro de cada vaso, de cada corazón que he acabado destrozando, incluso debajo de algunos que ya estaban destrozados, he removido entre lo poco de cordura y cariño que me queda, y una vez más he fallado.

Me gusta pensar que el capullo que mueve los hilos, el que escribe toda esta historia, sí, ese, me está puteando un rato para divertirse; pero si cuestiono su existencia, ¿a quien le echo yo la culpa?, ¿a mí?
No soy de esos que admite pronto las cosas, tengo una cosa que les falta a algunos pero que a mi me sobra mucho, a veces demasiado, bueno no, nunca me sobra porque siempre me hace falta, se llama orgullo, que me ayuda a levantarme por las mañanas más de un día lluvioso.

No me gusta recordar todos los errores del pasado pero no puedo evitar hacerlo, ¿será que me he pasado y ahora me toca joderme? No creo, ya me tomé la justicia por mi propia mano y me lo pasé genial aunque solo lo hiciese yo.

A veces me gusta pensar que no existe, que todos moriremos solos algún día, pero no tiene sentido evadir una de las mayores realidades que existe.

Es un sentimiento, una reacción química, y puede que mi cuerpo no esté preparado para que pase otra vez, puede ser mucho esfuerzo, o el miedo al fracaso, pero está tardando demasiado.

Solo quiero que no tarde tanto, quiero mi segunda oportunidad, la que todos merecemos, quiero que el capullo que mueve los hilos se fije en otro aunque yo sea el mejor de todos.


El tiempo pasa rápido y no es muy amigo mío.



jueves, 6 de septiembre de 2012

#Today


Todas las historias se remontan a un mundo lejano, a una época pasada de la que poco hemos oído hablar; ¿por qué no podemos vivir el presente?, ¿tanto cuesta?

Una realidad paralela, eso de que en cualquier parte del mundo hay un doble nuestro haciendo su vida. Una vida que espero que no sea tan jodida como la de algunos de nosotros.

Llega un momento en la vida en el que la imaginación se desvanece, en el que la ira está tan presente que solo quieres escribir groserías y gilipolleces en torno a un tema que en realidad no tiene ninguna importancia.
Pero será que se acaba el verano y toca respirar aires de otoño, que las hojas de os árboles no serán las únicas que vea durante los próximos 6 meses, que lo bueno se acaba y empieza la nostalgia; que empieza el peor calvario de mi vida antes de su mejor etapa.

Que este es mi último año en este agujero, el mejor agujero del mundo, el que me ha visto crecer, reír y llorar. Donde algunos se quedan, y otros nos vamos, pero es el ciclo de la vida y sé que nos volveremos a encontrar. Empieza el año de mi vida, el más complicado en todos los sentidos; me falta esa persona que siempre me llamaba los domingos por la mañana para preguntarme que tal esos exámenes y las novias, y precisamente ahora que no le hace falta llamar para saberlo, sabrá que él es mi motivo para hacer algo grande, para ser alguien grande, para intentar ser la mitad de lo que fue él.

Este es mi año, un año en el que voy a desesperarme, voy a agobiarme, pero cuando supere todo eso empezará la mejor etapa de mi vida, en la capital , el sitio soñado, cerca de mis ídolos; pero ahora no es momento para es, todavía me queda verano y, señores, hoy es el día grande, el que llevamos esperando desde principios de verano.

Ese día en el que se paseará el alcohol por las calles de mis venas, el día que, me desentenderé de todo lo que existe, de leyes y complejos, hoy es nuestro día.

Hoy le toca pasearse al vasco aunque siempre la cague, le toca cantar al salvaje, el loco hará de las suyas, y los italianos seremos los reyes de esta noche inolvidable.


Hoy es el día grande.



domingo, 2 de septiembre de 2012

My best sumer (?)


Empieza la cuenta atrás, mierda, mierda, mierda….

Se acaba la piscina, se acaban los bañadores, la playa, la arena entre los dedos de los pies, levantarse a horas inaceptables, las fiestas entresemana que terminan de madrugada.

No pueden pretende que de golpe y porrazo me despida de todo, que de repente me quiten mi vida, mi tiempo libre; y me rodeen de libros, de papeles, exámenes y cosas que no entiendo, no, no y no.

El tiempo pasa más rápido de lo normal, no me lo puedo creer, ha comenzado la maldita cuenta atrás y no tengo tiempo que perder.

No suelo malgastar mi tiempo, por eso soy espontáneo y tomo decisiones rápidas, improviso, por eso ahora toca escribir. No puedo perder un solo segundo del poco tiempo que me queda, tengo que aprovechar al máximo lo poco que me queda de un nuevo verano inolvidable que ya se empieza a hacer viejo. 
Un verano que recordaré el año que viene cuando acabe el calvario de 2º de Bachillerato, recordaré sentado con un tinto de verano e la terraza de cualquier bar rodeado de los mejores amigos que nadie puede desear, que por si nadie lo sabía, los tengo yo. Este verano lleno de sorpresas acaba; mi Real Madrid ganó la Supercopa, me llevé al gato y al perro de vacaciones, el loco con el que tenía esos altibajos, sí, el de Bibao, ese, creo que es la persona que más feliz ha podido hacerme este verano cada segundo.

Hemos pasado un verano juntos, otro más a la lista de los muchos que se sumarán, y lo sé, me pongo melancólico, será que agosto ya se ha ido.

A la espera de respuesta.


Gracias Verano.



sábado, 11 de agosto de 2012

Let's play a game.


¿Cuántos errores puede llegar a cometer una persona a lo largo de toda su vida?

Pueden ser palabras, actos, incluso personas, y si nos ponemos a contarlos, nos haría falta otra vida solo para eso. Pueden ser mentiras, malas palabras, engaños, o simplemente una actitud contraria a la que de verdad pensamos, hipocresía.

Pero creo que este último dejará de considerarse malo, de ser un error, porque el mundo está lleno de tantos hipócritas que va a considerarse algo normal.

De los mayores errores que uno puede cometer es el de ver a una persona y considerarla como alguien igual cuando esa persona, poseedora de todos los defectos del mundo, no le trata así. Si la grasa y sus mentiras  no le hace pensar, no ha de pagarlo con los demás; debería ir al médico a mirarse su gran enfermedad, la de la falsedad. Esos son los errores que mas abultan en tamaño, no en importancia.

Todos deberíamos aprender una valiosa lección. A todos nos falta esa pieza del puzzle; a algunos le falta la de los amigos, a otros la de la personalidad, a otros el instinto de supervivencia, a todos nos falta alguna pieza, pero no es necesario mentir para creernos superior a los demás. Hay una fácil solución. 


Quiero jugar a un juego.
Algunos lo llamar Karma, yo lo llamo justicia.

viernes, 10 de agosto de 2012

Broken toy


No es mi primera vez, por así decirlo. No es la primera vez que me veo en esta situación. Mejores  que tú lo han intentado y mejores que tú han fracasado, soy un veterano en este aspecto.
Digamos que soy el malo, el malo malísimo del cuento; no cuesta imaginarlo, siempre lo soy, encantado. Quisiera pensar que ha sido una decisión repentina, de estas que te arrepientes escasos segundos después de tomarlas, pero sé que viene de largo, que es meditado, que en el guion de la película está escrito, que ya tocaba; pero eso no quita que puedas arrepentirte escasos segundos después de tomarla.

Me he molestado en ser tu amigo, me he molestado en aconsejarte en tus días bajos y sonreír en tus días buenos, pero todo tiene su fin y de preguntarte ‘’ ¿Cómo estás?’’ paso a preguntarte ‘’ ¿A qué quieres que te gane?’’
Porque ha llegado el momento en el que ya no te considero igual que yo, te considero inferior, si te quejabas de que te trataba como la mierda cuando éramos amigos, sí, en pasado, espera ahora.
De la noche a la mañana, todo de la noche a la mañana, de golpe, fue decisión tuya y es la última de tus decisiones que me afecta directamente.

No tengo nada más que decir, he pasado de aceptarlo a enfadarme, de tus amagos de esto que acabas de hacer, de que jugases con nuestra amistad como con un juguete y ahora que está más roto que nunca lo mandes al baúl, ¿sabes que pasa con los juguetes rotos que se guardan en el baúl? Que cuando uno se acuerda de ellos y los quiere otra vez para jugar con ellos, no están ahí, han desaparecido de repente, y entre el humo de la bipolaridad me he desvanecido, tú no me ves y mis preciosos ojos no te ven.
Esto está finiquitado, que me duele, por supuesto, mucho, también, pero soy fuerte, soy yo y no es la primera vez, y tengo a mi mejor amigo, el orgullo, que me ayuda en las buenas y en las malas. Sé que sin ti te va a ir peor que conmigo, porque mis charlas y mi filosofía, te ayudaban un rato, me las guardaré para quien las merezca.

Todos somos sustituibles, llegarán mejores que yo, pero no seré yo, mis ojos, mi sonrisa, mi sequedad, me echarás de menos; llegarán mejores que tú, pero no serás tú, puede que sea bueno o malo pero mi memoria es buena y se acordará de ti.

No vas a arrepentirte, pero no puedes odiar algo que te hizo sonreír un día. Simplemente acabar, una despedida que parece que no duele pero así está escrita. Adiós.


Todo fue al revés de como tuvo que ser.



miércoles, 8 de agosto de 2012

Walk


Quisiera ir de viaje, irme de aquí, lejos del mundanal ruido. Lejos de esas voces que no paro de oír dentro y fuera de mi cabeza, esas personas que quiero y otras que no soporto.

Irme a una ciudad azul, una que nunca duerma, ser el rey del mundo. Que lo que pase allí se quede allí, los grandes sueños de las grandes personas, las grandes estrellas y los pequeños mendigos están guardados allí.
Un lugar donde poder dar mis largos paseos (en los que siempre me enamoro), donde llegar a ser alguien, una leyenda, una persona que deje huella en el asfalto celestial de sus calles.

Abrir los ojos cada mañana en una cama diferente, romper la rutina, salir del agujero, fotos, cámaras, ruedas de prensa, fans, carreras, realities, locura, desmadre.

Encontrar el maravilloso amor que esconde mi corazón, ser libre de hacer lo que quiera, sin mirar atrás. Únicamente contar con mi sobra, que me abandona por las noches porque tengo mejor compañía. Caminando por la vida se descubren las cosas que todo esconde, los ojos serán de muchos colores pero ven lo mismo aunque no con la misma intensidad. Una vida que simplemente sea mía que yo la viva con toda la intensidad del mundo. Eso sí…



Que nunca me quiten mis paseos.