Últimamente sé que no te he escrito, que no te he pensado
mucho y es que estaba en otros asuntos. Últimamente he averiguado que sigo
siendo tan tímido como de costumbre, que me sonrojo a la primera y me brillan los
ojos. Últimamente he estado con mi otro
yo, el contrario, y me lo he pasado muy bien. Últimamente, hasta hace escasos
días, mi corazón seguía latiendo a ese compás. Últimamente he notado que pocos
latían como el mío, que no me llenaba del todo y era difícil disfrutarlo como
debía. Últimamente he dejado caer la última lágrima por el niño de San Vicente,
que me sigue emocionando y no lo puedo olvidar. Últimamente he dejado de pensar
en lo nuestro, ya sabes, lo de siempre, y he conseguido dormir un poco mejor.
Últimamente he sonreído por encima de mi media, que no es baja, y solo yo sé
por qué. Últimamente hay cosas que no han cambiado últimamente y no creo que
vayan a cambiar. Últimamente me pierdo más de lo habitual, buscando la Fontana,
y se agolpan los recuerdos. Últimamente se me ha ocurrido decirte lo bien que
he estado últimamente y espero que lo entiendas. Últimamente sueño demasiadas
veces con esa playa, el embrujo sobrenatural, el de la diosa inmortal, y ya
deberías saber su nombre. Últimamente no ha habido guerra, no sé qué ha
ocurrido ahí dentro, y me he olvidado de que nadie puede con nosotros. Últimamente he pensado en irme, otra
temporada, como a Roma, porque todo esto vuelve a hacerse monótono, y he
decidido hacerlo.
Desde que me fui, todo es demasiado gris, como si hubieran
desaparecido esos colores primarios que le daban vida.
Desde que me fui, nada es divertido, nada supera aquella
vara de medir, como si todo hubiera sido un sueño.
Desde que me fui, hasta que volví, mi corazón ha seguido
latiendo a ese compás.
Desde que me fui, no he pronunciado ningún infinitivo de la
primera conjugación, bueno sí, gaditanear.
Desde que me fui, he cantado mucho más, en cualquier idioma,
como si de un concierto se tratara.
Desde que me fui, me he dado cuenta de que fue la mejor
decisión que he tomado en mi vida.
Desde que escuché su nombre por última vez, he soñado todas
las noches con esa playa.
Desde que me fui, me he dado cuenta de lo que puedo y lo que
no puedo.
Y desde que te pensé, no puedo soportarte.
¿Desde cuándo? Últimamente