2014, otros 4 números
que se suman al casillero, otra hoja más en el calendario y otros 365 días que
pasan más rápido de lo normal. Ha sido un gran año, ha sido un año largo y
bonito, de alegrías y penas, como todos al fin y al cabo, pero cada número
tiene algo especial. No hay que echar la vista atrás para recordar el 13, el 12
o el 11, si no pensar ya en ese 15 que está esperando en la puerta.
Otro año que se va
lleno de recuerdos, lleno de experiencias buenas y también malas, como siempre.
Ha sido un año de crisis, ha sido el año de la despedida del Presidente, de
Adolfo Suárez, ha sido el año del cambio de Rey, histórico, ha sido 2014, y
todos lo recordaremos.
Pero otro año más hay
que recordar que ha sido un año grande, un año en el que he crecido más aún por
si parecía difícil, pero eso solo se hace con los más grandes al lado, los que
levantan después de una caída, el escudo permanente de la amistad por bandera.
Ha sido el año de París, el año de experimentar, de averiguar, de saber, de ser
sincero conmigo mismo y con el resto, ha sido el año de probar, de vivir y de
soñar, ha sido 2014.
Ha sido el año de
Madrid, de la capital, de la 015 y la 133, el año de Canarias, el año del
desenfreno, del alcohol y lo que no lo es, de la fiesta sin control, las
resacas interminables y los amores de una noche. Ha sido el año de los nuevos
amigos que parecen amigos de toda la vida, de la convivencia, de las risas, de
ser veterano, y el pateo por la capital del reino; ha sido 2014.
Ha sido el año de
despedirse de casa, el año de decir adiós, de volver a casa por Navidad, como
en el anuncio, y de disfrutar con los más grandes una fecha como la de mi
cumpleaños. Ha sido el año de apreciar lo que realmente tenía en casa, lo que
realmente vale y lo que me ha hecho llegar a donde estoy, desde las exigencias
de mamá, hasta las discusiones con papá. Ha sido 2014.
Ha sido el año de las
despedidas, de salir de la vida de quien quise y de quien no quise, de
disculparme por los errores de hace tanto. Ha sido el año en el que he tenido que
mirar hacia Londres para poder ver a mi José, el año en el que me caí de lo más
alto, o la más alta y en el que decidí salir de la guardería y los juegos de
papás y mamás, el año de decir los sentimientos a la cara y dejar de hablar más
por sms; ha sido 2014.
Ha sido el año de ese
verbo de la primera conjugación que no me gusta nada, no, no es ese que empieza
por am…sino al revés, el que empieza por ma…, sí, el año de madurar, de pedir
perdón, de asumir errores, de sentirme orgulloso de que lo que he sido, lo que
soy y seré, y de afrontar el presente con 19 años, sin perder la esencia que me
diferencia de los demás, ese niño de 5 años que sigue llorando cuando se muere
Mufasa en el Rey León; ha sido 2014.
Y ha sido el año, ha
sido por fin, ha llegado el de la ceja, el italiano, ha llegado la paz. Ha sido
el año en el que uno vuelve a casa por abril, esas fechas de finales, en la que
se vuelve al templo del madridismo un día cualquiera, una gran final y una
carrera del Expreso de Gales te da otro título, pero sin duda, el verdadero
título fue el abrazo de todos gritando “! Campeones, campeones!” después de
tanto tiempo sin ver a nuestro Madrid juntos. Pero sin duda, ha sido el año
inolvidable, el de la supercopa, sí, el del Mundialito de clubes, sí, pero hay
algo que vence por encima de todo. Ha sido el 24 de Mayo de 2014, Lisboa,
minuto 92, añadido, ha sido un centro de Modric y un remate de Ramos lo que nos
hizo soñar, fue el gol de Bale en la prórroga lo que me hizo llorar en el Montaditos,
fueron Cristiano y Marcelo y sobre todo Cibeles la que me encandiló esa noche
hasta las 8 de la mañana. Fue la historia que tú hiciste y la historia por
hacer, nada más que fue ese sentimiento, porque se puede cambiar de novia, de
ropa, pero nunca de equipo, y es así. Ha sido el año de LA DÉCIMA.
Y es ha sido un año más
para agradeceros uno a uno estar ahí a mi lado, como la mejor compañía que se puede
tener, como los mejores amigos y la mejor familia que uno podría desear, por lo
grandes que sois y lo grande que me hacéis. Espero un 2015 mejor que este 2014,
por muy difícil que parezca.
Y nada más, 2014.