martes, 7 de enero de 2014

Being myself better than being another

La raza humana es como siempre ha decidido ser.  Todos empezamos siendo una nada, ¿verdad?  “Primero se es y luego se va siendo”, una de las acertadas locuras de Jean-Paul Sartre. Nosotros nos creamos a nosotros mismos, somos materia, somos eso, una nada, una nada a la que hay que moldear, pero no podemos dejar que nos moldee ni un elefante de ocho brazos y un ser misericordioso que nos promete un cielo probablemente inexistente, eso no son más que cuentos, de promesas que no valen nada, de obstáculos para la mente humana, es un consuelo para los desamparados, una pena, la verdad.

Cada persona nace, crece, se reproduce y muere, uno mismo, ni un ser divino ni una máquina podrán sentir lo mismo al hacerlo, dudo que tan si quiera puedan sentir algo. Cada uno somos responsables de nosotros mismos, de nuestra personalidad, de nuestros actos y nuestras consecuencias, de cada paso que damos, somos los verdaderos creadores.

Somos nuestro propio Dios y nuestro propio Satanás, y esos miles de nombres que recibe la misma farsa. El camino a seguir es una alternativa, es nuestra alternativa, y solo nosotros podemos decidir si seguimos recto, paramos, o giramos, solo nosotros podemos hacer nuestro propio camino, el camino del ser, el camino de la vida, un “yo” eterno que nos acompaña hasta el momento final. Somos nosotros mismos al principio y al final del camino, Dios ha muerto y somos libres, no, erraba el loco Friedrich en sus ataques de sabiduría, Dios no ha muerto porque somos nosotros mismos. Somos y vamos siendo, y así toda nuestra vida, pero lo único que debemos tener en cuenta es que somos lo que queremos ser, bueno o malo, azul o rojo, caliente o frío, pero si no somos lo que queremos en la vida, ¿para qué vivir?

Ser e ir siendo, grabado a fuego. Creer en ti mismo, sentir, reír, llorar, vivir, vivir y vivir, no tiene más complicación. “Mi mayor consuelo siempre será haber sido siempre yo, haber vivido y morir como yo, no como otro”. Ni los ángeles están en el cielo, ni los demonios van a salir de golpe de un cajón.



No hay mejor forma de ser, que la de ser uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario