domingo, 16 de septiembre de 2012

Binomio de vuelta a la realidad


El sonido se aleja, la fiesta se acaba, esto se termina. Ya no hay más fiesta, el alcohol se guarda para las ocasiones importantes, las sonrisas se esconden entre los papeles y no damos con la ecuación de la salvación.

Nuestra vida deja de ser el binomio perfecto que era, no nos queda otra que ceñirnos a la rutina que abandonamos allá por junio, la del despertador a las 7:26 am, la de estar sentado hora tras hora en una silla atendiendo a un profesor que quiere ganarse su sueldo y lo hace lo mejor que puede. Este año acabamos en abril, nos follan en mayo y nuestro futuro se decide en junio. No voy a hablar del épico verano que voy a pasar rodeado de mis amigos en la playa o donde sea, porque lo que hará grande ese verano y ha hecho grande este son ellos. No voy a dar todos los nombres del tirón porque son muy pocos y algunos que se incluirían en la lista no lo están; pero eso ya no es culpa mía.

Creo que este verano será recordado, como todos, por las peleas, las risas, los desfases, y las tajadas; un verano para no olvidar nunca.  Un verano en el que he trabajado de acosador, detrás de una princesa que fue orco; he visto que hasta las princesas pueden ser orcos y que no me viene mal golfear de vez en cuando.
Ha un verano muy movidito, el verano del TACATÁ, como olvidar esa canción. Pero ni la canción, ni el verano, ni los sucesos de este se me van a olvidar nunca. Como tampoco puedo olvidar que me tengo que levantar temprano para empezar mi nueva rutina, espero tener mejor comienzo que el Madrid y mejor final que el Barcelona; pero la vida es cuestión de ecuaciones, de fórmulas, de números.


Nunca te olvidaré, verano de 2012.



TACATABRO
ATACA YO EL MÍO TAMBIÉN





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