Que poco nos queda, que rápido ha pasado todo. Dentro de
nada nos vemos en esas sillas verdes donde nos toca pasar los peores mese de
nuestras vidas.
Se acabó el tacatá, la Eurocopa, el calvo; el calor se
apaga, las hojas empiezan a caer y a partir de ahora habrá que preocuparse por
cosas serias.
Voy a despejarme, voy a dejar los malos rollos a un lado,
echa pallá, tó lo malo echa pallá; sigamos e ritmo de Pitbull. No me voy a
molestar en irme al circo, pero a más de una le dan miedo los payasos y está
con el peor de todos, porque no tiene gracia.
Me parece que me quedan 4 días, 4 días de vida, de verano,
de descanso, y quiero que sean los mejores del verano que termina, así que
volveré a mi filosofía de siempre, a mirar hacia delante y poco hacia los
lados, a saltar y derribar obstáculos.
Creo que lo poco de vida que me queda, todo esto es irónico;
aunque más de uno quiera librarse de mí, os va a costar; voy a disfrutarlo al
lado de quien se lo merece.
Dejémonos de payasadas.
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