martes, 29 de noviembre de 2011

Se esfumó...

Beber hasta no distinguir mi propia realidad, fumar hasta que me sangren los pulmones, parecen buenas soluciones.
Cada botella que he vaciado vaso a vaso, se ha esfumado.
Cada calada, el humo que echaba por mi nariz o por la boca, desaparecía.
Es una realidad diferente, demasiado extraña.
Esto es demasiado monótono, merece la pena vivir eternamente en esta situación.
He de confesar que muchas veces me he planteado dejar esto, abandonar, tomármelo como uno de los tropecientos intentos de conseguir algo en esta vida, uno más de todos los fallidos…
No puedo seguir achacando todo a la misma causa.
Pero ha desaparecido, no sé como describirlo, ya nada es como antes.
De poco consuelo me sirven estas inservibles palabras que tecleo en este mismo momento.
Estoy harto de esto, estoy harto de mi mismo, esas ganas, ese ímpetu, se han escondido, y yo no soy de jugar al escondite.
He buscado debajo de todas las piedras que me he encontrado en mi camino, he nadado mares y recorrido caminos, y ni lo he visto ni oído ni olido.
La vida es la eterna injusticia que todo ser humano debe aguantar como carga.
Debe controlar sus impulsos y sus sentimientos, y me he vuelto a dejar llevar.
He expresado todo lo que siento, tal y como es, y he extraído los colores de mi mundo.
Se ha vuelto monótono, en blanco y negro, sin nada interesantes.
Pasean por él miles de personas, pero nada vuelve a ser interesante.
He vivido dormido, en un sueño, y no he querido despertar…Me han anestesiado, así sin más, no puedo abrir los ojos…
Han llegado por detrás y me han puesto en la boca un paño con cloroformo, ni si quiera sé si ahora encaja todo…
No sé si estas frases tienen sentido, u orden, si estas insignificantes palabras merecen la pena…Ya nada lo hace…


Se ha ido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario