Vuelve a temblar todo mi cuerpo, es un pequeño terremoto dentro de mí.
Una sensación demasiado inexplicable…
Han chocado las mayores placas tectónicas existentes dentro de mí.
Es demasiado inexplicable, estoy perdido, más que el fontanero de Titanic, pero espero no tener ese fatal y devastador final.
Es invierno, pero es un invierno demasiado frío esta vez.
No tengo ningunas ganas de levantarme, ni si quiera para mirar el reloj, además creo que está parado, sí, se paró a la vez que mi corazón, que mis ganas de vivir.
Siento un nuevo escalofrío, solo quiero salir a la calle, y lo hago, es una última voluntad.
Obreros y patrones, jefes y empleados, parejas, amigos, familias, todos juntos celebrando esa fiesta llamada Navidad.
Algo blanco cae del cielo, algo un tanto raro, aumenta mi sensación de frío y cuando intento cogerlo entre mis dedos desaparece.
¡Es nieve! Ha llegado, por fin… ¿por fin?
Necesito bajar corriendo, necesito tocarla, sentir el frío en mi piel, quiero comprobarlo.
Pulso el botón y de un empujón abro el portal…
Y el frío me da la mayor hostia jamás contada y también la más merecida.
Es tal, que me caigo al suelo, no puedo creerlo, no quiero que llegue, le veo llegar, hacia mí viene demasiado deprisa así que cierro la puerta de golpe y me dirijo al ascensor.
Pulso el tres y preparo las llaves, se abre la puerta del ascensor y corro, abro la de mi casa y dejo la llave puesta.
Cada vez hace más frío, pero solo veo las ropas de verano, la calefacción no va.
Mi móvil empieza a sonar, es la…un momento… ¿Danza Kuduro?
No entiendo nada…
Se oyen pasos, creo que está llegando, se aceleran mis pulsaciones, no lo aguanto.
Abro el armario, saco la caja y lleno el vaso de agua.
Es solo un trago, un mísero trago y desaparecerá.
‘’¿De verdad vas a dejarle ganar?’’- dice algo dentro de mi.
Ruido extraño, está tocando la puerta, la está aporreando y cada vez más fuerte.
No puedo, no aguanto, las lágrimas se juntan con las gotas de sudor cuando caen por mi cara. ‘’Quieto…no entrará’’- continua.
-‘’¡ No¡ Es imposible, no puedo evitarlo, si entra, volverá a ganarme y acabará conmigo y si huyo de nuevo, que es a lo único que me he estado dedicando en estos meses, volverá a por mí…Por muy lejos que esté, no dejará de existir, no se olvidará’’- Me grito a mí mismo.
‘’ Tiempo, es tiempo, el tiempo pasa, se olvida, desaparece, tú eres el único que puede conseguir la victoria. ’’- Insiste.
‘’ Estoy acostumbrado a perder’’- pienso
Ha derribado la puerta…
‘’ Lo siento, distorsioné la historia, pero hagamos que todo esto termine como un cuento…’’
Los malos estamos hechos para perder...
Good Bye
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