Viejo, solo, acabado

Mira, atentamente, a un lado y a otro mi querido Duce, estás rodeado, tienes un ejército muy numeroso, eres persa y yo espartano, me crié entre sufrimiento y de él he aprendido, a ti siempre te han consentido y vives del capricho.

Rodeado, poderoso, crecido, en la cima, con un ego imparable, ¿así te sientes verdad?

Puedo ver tu sonrisa desde aquí abajo, y no te fijarás pero en mi rostro reina una mueca de burla, de impasividad, y una sensación de pena.

Levantas tu rifle, o tu espada, no logro ver tu arma, orgulloso miras a los lados y alzas la voz, tienes a un montón de personas pendientes de ti, eres el centro de atención, están a tus órdenes. Siento bajarte de las nubes, estas rodeado de mercenarios, sí, personas que te apoyan por su propio beneficio, solo se salvan unos cuantos…Unos pocos, demasiado pocos, que antes superaban a esos mercenarios, antes llenaban tu vida pero los desterraste.

Tus ataques de caprichos, lujurias, envidia tal vez, te han hecho abrir demasiados frentes en la batalla, y sí, de nuevo vuelvo, incansable y repetitivo, lo hemos querido evitar, pero hay guerra.

Cada uno elige el camino, cada uno juega sus cartas, no somos narradores pero al igual que en los libros de Unamuno, somos personajes demasiado fuertes como para seguir un guión estipulado, podemos rebelarnos y empezar a escribir una parte de nuestra pequeña historia. Podemos elegir nuestro papel en nuestra historia, pero no el la de los demás y creo que el papel que me has dado en la tuya, me viene perfecto para mi comportamiento, tan hipócrita.

Pero hay una gran diferencia entre nuestras historias, en la mía, la amistad está por encima del amor, la amistad es capaz de derribar ejércitos y de unir a naciones que acaban de salir de una brutal guerra.

La amistad es la que divide nuestra alma, porque no se puede concentrar todo en una persona, estaríamos perdidos, y tú no sabes ya por donde tienes que nadar…

Todos son conocedores de mi afición por esos personajes antagonistas de una película, esos tan especiales hechos para perder y que aunque empiecen bien, todos sabemos su final…De entre ellos destaca uno que dijo una vez…

Viejo, solo, acabado…

Yo cambiaré tu historia...