Corta, corta, una de cal y otra de arena.
Noches de locura, noches pisando arena, recorriendo la
estela blanca de la espuma y dibujando corazones en la arena para que se vayan
borrando con el paso del agua, con el tiempo.
Pero ahora que toca, ¿un tsunami?
Tengo una memoria prodigiosa, maravillosa, increíble, que
tan pronto recuerda todo de golpe, como pequeños detalles.
Un 11 de Julio de 2010, Cuidad del cabo, minuto 116, centra torres, rechaza Van der vaart,
la coge Cesc, Cesc para Iniesta, se la acomoda de volea y gol, campeones del
mundo, ¿más?
20 de abril de 2011, Mestalla, Valencia, sale Messi con el
balón, pepe entra, se la lleva Xabi, Xabi para di maría, tira la pared con
Marcelo, supera a Dani Alves, la pone, Cristiano vuela, remata y gol. Campeones
de Copa, ¿más?
9 de mayo de 2012, San Mamés, Higuain, Cristiano y Benzema,
minutos 14, 48 y 70; Campeones de liga, ¿más?
Me puedo acordar de todo lo bonito que he vivido en poco
segundos, de una fuente, un abrazo, lágrimas, un gol.
Pero también me acuerdo de lo malo, esperando respuestas, poniéndome
a ‘’prueba’’, una pared que no salió, un
avión que no cogí, un corazón que cuesta recuperar, maldita memoria.
Vaya complejidad, está llegando ese puto momento que nadie
espera, estoy pasando calor, estoy a punto de arder, se me vienen a la cabeza
una tras otra, esas putadas, jugarretas, esa vergüenza que he pasado por culpa
de más de uno, esas noches llorando, esos días pegado al teléfono, me cago en
la hostia.
No me pongo malo, me pongo justo como debo estar, no me
enfado, se podría decir que estoy justo donde, como y cuando debo estar.
Ha sido todo de golpe, de repente, son 2, de repente todo se
junta en una puta semana, y puede que algunas cosas vengan de largo pero este
momento, hace bastante tiempo, no me lo llegaba a imaginar, ni soñar.
Es mi momento, es Vodafone.
Es justo el instante en el que todo pasa de castaño a
oscuro, se dilatan las pupilas, Iniesta de mi vida, empiezo a respirar fuerte,
vamos caralho, no puedo más, es imposible parar.
Pensé que había desaparecido, que volvería por agosto y de
milagro, pero el calor es el calor y la pela es la pela. Ha llegado el momento
en el que no me conozco delante del espejo, suelto, libre, sin nada que me
detenga, sin caminos por seguir, llega la hora de comerme el mundo.
Don’t worry, I’m here.
He llegado justo a tiempo
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