Otra noche más de gloria, ¿por qué? Pues porque nos lo
podemos permitir, ¿no?
No puedo decir que me toca levantarme porque ya estoy en la
cima, y veo todo lo que necesito ver desde aquí arriba, muy cómodo.
No lo considero piedra, pero me libré de esa china en el
zapato, me quité la espina, sacié la sed, y se acabó la obsesión, un baño tranquilo,
una noche movidita, ¡que vida!
Que atrás se me queda el llanto, que atrás la desesperación,
desde que salí de Villaescándalo, vivo de maravilla.
Nueva ciudad, nueva vida, nueva casa, pero sigo trabajando
en lo mismo, aunque la monotonía se hace más duradera, más larga, pero mucho más
divertida.
Me despierto con ganas de trabajar, con ganas de ganar, como
hacía mucho que no me levantaba. Ya no corre prisa, sé lo que es vivir la vida
al ritmo de Charlie Brown, sé lo que es bailar al ritmo de Pitbull y no me hace
falta nada más.
Toda historia tiene su final, pero hasta que no me canse de
teclear, vais a tener que aguantar la mía, mi historia interminable,
incansable.
Se acabaron las gafas de sol, las gorras para entrar en
casa, la voz extranjera forzada, hogar dulce hogar.
Tampoco es que haya descubierto América pero se me han
olvidado esos ojos que son caramelo y esa piel color canela.
No me molestan las luces del escenario, es mío y solo mío,
yo las enciendo y las apago, yo doy el espectáculo necesario de cada día, a
veces bueno y otras, malo, pero tampoco
busco agradar a todos, ni si quiera a unos pocos, con poder dormirme tranquilo
cada noche me basta.
Vuelve la salsa, la samba, el tango, como quieras llamarlo,
vuelvo a sentarme en el despacho y delante de 3 o 4 micrófonos sin importancia,
ellos no, la absorbo yo, pero vuelvo a sentar el centro de más de una mirada,
será desprecio, admiración, envidia, no lo sé, pero no me hace falta la
atención de nadie.
Volvemos al rodeo, a sacar el capote, a escuchar los
aplausos, la gloria y el éxito vienen de
la mano y han llamado a la puerta y no pienso dejar que se vayan.
Sería todo tan precioso si pudiese evitar ese recuerdo, esa
herida que casi sana pero no lo consigue.
Si no fuera por eso, porque…
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