domingo, 11 de marzo de 2012

¿A mi altura?

Nunca he querido destacar, pero lo he hecho siempre. Nunca quise ser prefecto y eso sí que lo he conseguido, o no, ¿quién sabe? Hay muchas personas en este mundo y muchos criterios a analizar, pero no me voy a parar por dos o tres que me critiquen cuando no deban.
No me he parado a prestarle la más mínima atención al calvo, lo voy a hacer con gente que aunque no lo sepa, tienen mucho en común con él.
Yo soy una persona imperfecta, llena de imperfecciones pero son imperfecciones que todo el mundo conoce, no es una de mis cualidades, tengo algunas, seguramente, pero no es una de mis buenas cualidades esconder mis defectos, esconder mis errores, esconder mis imperfecciones y hay otra personas, que tienen esa capacidad, aunque corrigiéndome a mi mismo, creo que esas personas creen que tienen esa capacidad, porque ante los ojos de los demás somos todos iguales, sea como sea el espejo de nuestro cuarto.
Así que no me vale de nada esconder lo que soy, porque sé, y lo mejor de todo, saben, que pueden herirme, herirme de gravedad, pero seguiré izando mi bandera, y no creo que sea blanca.
Pequeños dardos, flechas, balas, no tiene sentido, no se dan cuenta de que no significan nada para mí, no lo significaron en su momento ni lo significarán en un futuro no muy lejano en el que no hará falta cambiar de galaxia aunque alguno parezca que pertenece a una de ellas.
No me queda otra, no le veo otra solución,¿escribir? No es mala idea... ¿Rendirme? La peor que hay. A base de palos se construyen cabañas, y la más grande de todas las cabañas se llama orgullo, y nunca se ha derrumbado, es lo bueno de no creer e el amor.
Nunca le encontré sentido meter a esos personajes en mi historia, pero en toda historia tiene que haber un malo, en la suya lo soy yo, ha quedado bastante claro más de una vez, pero en la mía no les doy esa importancia aunque se lo crean.
A veces escucho Coldplay, pero no creáis que ahora con el rollo de que el calvo está a mi altura (cosa que no va a lograr si en soñación) voy yo a rebajarme un poco para que llegue. A mi me sigue gustando más el fado. Dejadle que se siga quejando del césped de Mestalla, más de un alma se quedó allí un 20 de abril.
Pero bueno, yo acepto mis pros y mis contras, mis imperfecciones, mis locuras.


Y con hacerlo yo, me sobra y me basta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario