viernes, 30 de diciembre de 2011

Mendigo de los recuerdos

Hace tiempo, mucho tiempo, muy lejos al sol, sí, era verano, todavía lo recuerdo.
No sé si son recuerdos, no sé si es anhelo, no quiero confundirme y cagarla otra vez llamándolo amor, pero siempre queda la tentación.
Te juro que todavía paso noches a oscuras, en vela, pensando por qué te quise, por qué rozaba tus labios con el mayor deseo posible.
Todavía recuerdo tu mirada, la del primer día, impasible, no podía leerla, odio no leer las miradas, ya que los ojos son el espejo del alma, pero no sé lo que me cegaba.
Lo prometo, lo prometo, juro y perjuro que mil y una noches he intentado odiarte, pero todavía echo de menos uno de aquellos besos, tus labios carnosos, como acercabas tu cara cerrando tus ojos, recuerdo como temblaba cada vez que te veía, como flojeaba y se me dibujaba esa estúpida sonrisa.
Recuerdos los besos de portal, todos eran igual, pero sin duda para mí era todo un calvario, ya que tras cada uno de ellos, tenía que esperar una noche entera para verte.
Todavía recuerdo como me trataste, como me cegaste, como me apartaste de mi mundo, y te prometo que te guardo rencor, no podría odiarte.
Ojala pudiera odiarte, cada vez que lo intento, puedo notar en mis labios tu sabor a fresa, esos pintalabios dulces y esa colonia que desprendías que amansaba a la peor de las bestias.
Quiero odiarte, no hay nada que quiera más en este mundo pero creo que todavía tienes un pequeño pedazo de mi corazón, y creo que no lo sabes aún.
No quiero que con ese pedazo hagas lo que hiciste con el corazón entero aquella vez.
No quiero volver a sentarme en un banco a llorar y llegar a casa disimulando que todo va bien.
Te odio…Hasta escribirlo me suena mal, no he llegado a pensar en el suicidio, pero mantengo que no sería una mala idea.
No te pido que vuelvas, no pido ni un solo segundo te tu tiempo, ya lo malgastaste bastante.
Sólo quiero tiempo, olvidar, dormir, callar, morir en mi propio silencio y notar un beso fantasma cada noche….Tu aliento a mi lado cada vez que nos tumbábamos en la hierba.
Espero olvidarte, pero así no puedo…


Aún quiero ese beso.




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