lunes, 5 de diciembre de 2011

Segunda estrella a la derecha, directo al amanecer

Creo que esta vez nos hemos cambiado los papeles, toda historia debe tener un narrador, y un protagonista, por supuesto pero, ¿qué sería del protagonista sin ese malvado incansable que siempre intenta frustrar todo rastro de felicidad en esta simple y a la vez compleja  historia llamada vida?
Hace bastante tiempo que cada uno siguió su camino…
La segunda estrella a la derecha, directo hasta el amanecer, ese camino marcó campanilla. Nuestro pequeño País de Nunca Jamás ha cambiado desde tu última visita.
Peter Pan se ha ido, y creas que no, Garfio  se aburría, sus dominios se han extendido, no tienen límites.
Pero Peter ha vuelto a recuperarlo todo, ya no vuelas, ya no luchas, ya no cacareas, lo niños de Nunca Jamás ya no te siguen, ha sido una decepción tras otra.
Desde que me quedé sin mano, desde que se rompió nuestra amistad, me he puesto una máscara para disimular, ese garfio que me da nombre y luzco con orgullo.
Ya no tienes cocodrilo para hacerme daño, ya no tienes armas, ni refugio, has perdido demasiado.
Te fuiste con la esperanza de que todo seguiría igual, claro está que aquí nunca se crece, pero tú sí lo has hecho, has cambiado y junto a ti, tu forma de pensar…
No puedes creer que con un pensamiento alegre vas a volver a surcar los cielos.
Tampoco que vas a poder entrar a  saquear mi barco como no una, ni dos, sino infinitas veces has hecho.
Los niños perdidos ahora están de mi lado.
Ya no te valen los dedales, los besos, las canicas, eso que utilizabas para arreglar todos los problemas que conllevaban convivir contigo.
Esta vez soy yo, James Garfio, soy yo el narrador, asumo mi papel de malo del cuento, más que nada porque siempre se ha escrito así.
No creo que me haga falta desplegar la alfombra roja sobre las escaleras de mi barco, ni si quiera llamaré al contramaestre Smee para pedirle ayuda.
El tiempo se ha parado, ahora solo hay presente, no pasado ni futuro, se ha terminado, no hay recuerdos buenos, ni malos tampoco, he roto todos los relojes que había en Nunca Jamás y me he encargado personalmente de alejar al cocodrilo de las aguas cercanas a mi barco, ahora se esconde entre el coral del infinito mar sobre el cual floto en mi barco y escribo este breve relato.
Creo que se me ha otorgado el papel de malo por algo, por ser el peor, con una diferencia abismal sobre el resto, digamos que por mayoría absoluta, digamos que mi existencia siempre ha sido un estorbo, que nunca dejaba que las cosas saliesen bien, que todos los males los he provocado yo. Que sin mi, serías de nuevo el mejor…


Después de todo, ¿qué sería del mundo sin el Capitán Garfio?



No hay comentarios:

Publicar un comentario