jueves, 19 de enero de 2012

Lesson Nº 3... Love makes you change

Una semana demasiado ajetreada terminaba, el lío de las clases, los sitios, los libros, los profesores, madrugones había comenzado.
Otro interminable día más comenzaba en el Maestro Fernández Arias.
El director irrumpió en la clase, justa y sospechosamente en la hora del Señor Hernanes.
-         Buenos días.
-         ¿Pasa algo, Manolo?
-         Sí, si pasa. Odio estos cambios de última hora.
-         ¿Cambios?
-         Siento interrumpir tu clase, Mario, pero ha habido un ligero cambio en la lista de tu tutoría, Alicia Fernández se ha cambiado de itinerario y te corresponde ser su tutor. Pasa Alicia.
-         Hombre, la niña de las prisas de ayer.- Le sonrió.
-         Ho…hola.
-         Siéntate, anda.
-         Bueno Mario, te dejo, suerte con estas criaturas jajaja- se despidió el director.
-         Adiós, Manolo. ¿Bueno, por donde íbamos?
-         Íbamos por la Gran Guerra.- Dijo Dani
-         Gracias Fernández, bueno, vamos a intentar que déis vosotros la clase. Poneos por parejas y cada pareja explicará un país de la guerra.
-         Las parejas las elegimos nosotros, ¿no?- preguntó Pablo intrigado.
-         No, no, las elijo yo…A ver, Pablo con Andrea, Tony con Alicia…- continuó hasta llegar a la pareja final.- Y quedan…Dani y Paula.
-         Alicia, ¿qué coño haces aquí?.- preguntó Dani malhumorado.
-         Pues que me he cambiado, no me gusta el otro itinerario.- Respondió.
-         No te lo crees ni tú, todos sabemos la razón.
-         Dani, cállate.
-         ¿Algo que añadir los Fernández?- preguntó Hernanes.
-         No, no.
-         Bien, veamos, Alicia y Tony seréis Francia, y me queda una pareja que será la que más curre, Dani y Paula, seréis Alemania.
Terminado el pequeño experimento del profesor Hernanes, concluyó la hora, los alumnos tenían Educación Física cuando se disponían a salir pero Mario tenía algo que objetar:
-         Alicia, ven un momento.
-         Si…
-         ¿Por qué te has cambiado de itinerario así de repente de un día para otro?
 Las manos de Alicia sudaban demasiado, tuvo que limpiarse en sus leggins,   parpadeaba demasiado y el gesto de Hernanes se torcía al no obtener respuesta.
-         Dí, ¿por qué?
-         Pues…P…porque…no me gustaba el otro itinerario.- Balbuceó la muchacha.
-         Mientes…- Los ojos de Alicia se abrieron y su corazón dio un vuelco.
-         No miento…
-         Hay algo más a parte de eso, y lo averiguaré.
-         Es demasiado complejo…
-         Antes de las entrega de notas de la 1º evaluación lo habré averiguado, ¿nos apostamos algo?, me gustan las apuestas y sobre todo cuando gano.
-         De acuerdo, el que pierda invita a desayunar al otro un fin de semana.
-         Hecho.
Estrecharon sus manos y en ese momento, a Alicia se le dibujo una sonrisa de eso que tanto le costaba admitir, de enamorada.
-         Anda, ve al patio, llegas tarde.
-         Adiós Señor Hernanes, le quiero.
-         ¿Qué?
-         Nada…
-         Vale, adiós.Que sepas que eres igualita a tu madre.
-         ¿Cómo sabe eso?
-         Os parecéis, bueno, llegas tarde…
Alicia bajó al patio corriendo mientras, desde la ventana, Mario pensaba ‘’ Parecen leones, todos reunidos en manada, todos con sus paranoias y sus tonterías, en torno al macho dominante, siempre revoltosos, cuanto hecho de menos cuando yo estaba ahí, en el centro, como esos dos, han salido a sus padres’’ Se dibujó una sonrisa de orgullo en el gesto del profesor Hernanes mientras se levantaba para recibir a la siguiente clase.
      - Buenos días.- Saludó.







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