martes, 17 de enero de 2012

You & I

Ladrón que roba, pensador que piensa. Vendedor que vende, profesor que enseña.
Tan parecidos, y tan diferentes. Aunque sólo se acerquen en esta frase.
Como tú y yo, porque como no pongan nuestros nombres seguidos en el papel, no pienso acercarme a ti.
No abuso de los recuerdos, no quiero hacer memoria, me quiero ahogar en un vaso, pero no de agua, de vodka, whisky, ron, no quiero entrar en el supermercado y llenar el carro de botellas en las que abunde el alcohol.
Quiero apagarme ante ti cual cigarro en un charco, para luego poder encenderme como la mecha del barril de pólvora.
No me hace falta usar un mapa para salir yo solito de mis jardines prohibidos.
Pero, ¿has visto qué juntos estaban el ladrón y el pensador, o el vendedor y el profesor?
Pueden estar ahí y donde les de la gana, pero cuando veas juntos tu nombre y el mío, siempre irá primero el tuyo, no porque seas mejor, claro está que eso es mentira, sino porque dependes de mí. Soy el ‘’si’’ de tu frase, tu condición.
Pero yo no necesito a nadie. Ni si quiera confío en mi sombra, porque ni ella dura eternamente, aunque tú vivas en ella. Claro está que si vives en ella, no estás ahí cuando te necesito, por lo que he dejado de mirar atrás, levantar la cabeza y pensar que nada ha pasado… pasado… pasado…


Seguimos siendo diferentes tú y yo.

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