Aitor y Sandra habían salido del trabajo antes de tiempo, ambos por una misteriosa casualidad quisieron ir a recoger a los niños al instituto:
- Aitor… ¿vamos a por Dani y Alicia?
- Sandra, tienen 16 años, saben volver solos a casa sin mami y papi cogiéndoles de la manita….
- ¡Idiota! Así comprobamos si es Mario o no…
- ¡Buena idea!
- Todavía me pregunto por qué me casé contigo…
- Porque no te quedaba otra, anda, vamos al coche.
Llegaron al instituto a eso de las 2, y coincidía con la salida de Mario:
- ¡Míralo! Es él.
- No me lo puedo creer, Aitor, pero ¿no estaba muerto?
- Se suponía.
- Sí, porque entonces no me explico cómo coño está cruzando el paso de peatones.
- Vámonos a casa, deja lo de los niños…
Asustados, como si hubiesen visto un fantasma, que es lo que pensaron que el profesor Hernanes era en ese mismo instante, Aitor y Sandra se fueron a casa.
- Mamá, corre.- entró Alicia gritando en casa.-¿No te acuerdas?
- Pues no, Alicia, no tengo memoria de elefante.
- No me jodas, mamá. ¡Que mañana nos vamos a Moscú y tengo que hacer la maleta!
- ¿Y a mí que me cuentas?
- Me prometiste que me ayudarías.
- Venga vamos.- dijo entrando por la puerta del cuarto.
- Necesito ropa de invierno a tope.
- Sí, sí. Oye, y ese tal Mario… ¿es nuevo?
- Sí, ha llegado este año, pero no ha dicho de dónde es ni nada, es un completo desconocido, pero es tan salao que le ha caído bien a toda la clase.
- ¿Salao?
- Sí mamá, simpático.
- ¡Ah vale! Es que este vocabulario tan moderno no me lo acabo de aprender.
- Mamá, ¿qué haces entrando un tanga en la maleta?
- Pues para el novio, ¿no?
- ¡Si no tengo!
- Bueno, por si acaso.
- Por Dios que madre más tonta.
- Pues si no te gusta tu madre, coges la puerta y te largas…
- Joder, que mala leche.
- Bueno, esto ya está, en Rusia ¿qué moneda hay?
- Ni puta idea.
- ¡Ese vocabulario!
- Pues que no lo sé.
- Ya miraremos por Internet.
- A ver cuanto dinero me das que últimamente estás muy rata.
- Bueno, si quieres no te doy una mierda, joder con la niña.
- Mira mamá que lo que tú digas, me voy a llamar a Andrea a ver qué se lleva ella.
Alicia salió de la habitación malhumorada mientras su madre cotilleaba entre la ropa.
En el escritorio, estaba su agenda, ‘’ Que desorden de casa’’ pensó Sandra, cuando fue a colocarla en la estantería, cayó una foto de entre las páginas; Sandra se agachó a cogerla, era una foto de Mario dando clases.
La madre se quedó mirando la foto con cara de odio a la vez que de asombro.
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